LA BENDICIÓN DE UN ANCIANO
Bendito seas,
si entiendes que mis manos tiemblan
y que mis pies se tornan lentos.
Bendito seas,
si recuerdas que mis orejas ya no
oyen muy bien y que ya no
lo oigo todo.
Bendito seas,
si sabes que mis ojos ya no ven bien,
si no te enfadas porque deje caer la
taza más bonita o porque cuento lo mismo
por enésima vez.
Bendito seas,
si me tratas con ternura,
si comprendes mis lágrimas silenciosas
y si me dejas sentir que me quieres.
Bendito seas,
si te quedas un rato más conmigo
cuando oscurece por todas partes
y cuando tomas mi mano un momento,
cuando debo entrar solo en la noche,
la noche de la muerte.
BENDITO SEAS,
YO ENCENDERÉ LAS ESTRELLAS
CUANDO ESTE EN EL CIELO.
Phil Bosmans
SORBER.