Los cristianos de la primitiva comunidad de Jesuralén y posteriormente los peregrinos de toda la cristiandad renovaban con devoto recogimiento el camino del dolor que Jesús hubo de recorrer. (Viacrucis: R. Guardiani.)

Tuvo su origen, desde tiempo inmemorial, en la cristianísima Madre Patria, en las llamadas “Procesiones de Sangre” y “Pasos de Pasión”, que han tenido lugar en las apasionadas y apasionantes tierras andaluzas. En el siglo XIII se reproduce el camino de Jesús por la calle de la Amargura. Como una manera de participar en la Pasión, para los que no podían viajar a los Santos Lugares en donde los Franciscanos crearon los primeros Víacrucis por las calles de Jerusalén, que según una piadosa tradición recorriera María después de la Resurrección.

Se dice que allá por el siglo XVI el iniciador de esta católica costumbre fue un acaudalado caballero andaluz, el primer Marques de la Tarifa, Don Fadrique de la Ribera, instaura un Vía crucis en Sevilla, España, como el que contempló en Jerusalén, empapado de fervor al recordar el Calvario, tuvo la idea de fundar la primera Cofradía Sevillana para recordar la Pasión y Muerte de Cristo.

Los Padres Carmelitas llegados a la Nueva España en 1585 instituyeron en la Cd. de México en la ermita de San Sebastián, las citadas procesiones de Semana Santa a la usanza española.

Una de estas procesiones, la denominada PROCESIÓN DEL SILENCIO, perduró durante el México Colonial e Independiente, llegando hasta nuestros días en el Atrio del señorial Templo Carmelita de la Villa de San Ángel, en la Capital de la República.

HISTORIA DE LA PROCESIÓN DEL SILENCIO
EN SU CINCUENTENARIO DE HABER SIDO FUNDADA
EN LA CIUDAD DE SAN LUIS POTOSÍ
(2003)

Fue la Semana Santa de 1954, el viernes 16 de abril, cuando el padre carmelita Fray Nicolás de San José, trasplantó del Carmen de San Ángel a nuestra ciudad de San Luis Potosí, la primera procesión que nació de la devoción de los toreros potosinos a la Virgen de la Soledad. y por primera vez los adoquines de nuestras calles potosinas, en torno a la Alameda y Templo del Carmen, se estremecieron al paso de Nazarenos, Damas y Penitentes llevando en andas y a hombros, con fervor y religiosidad, las imágenes de Cristo Crucificado (Señor de los Desamparados), del Santo Entierro (Cuerpo dormido del Hijo de Dios) y de Nuestra Señora de la Soledad.

Las Cofradías fundadoras en tan memorable ocasión fueron respectivamente; LOS COFRADES CARMELITAS (COFRADÍA CARMELITA), LAS DAMAS DE LA COLONIA ESPAÑOLA (COFRADÍA DEL SANTO ENTIERRO), Y EL GREMIO DE TOREROS (COFRADÍA DE LA SOLEDAD). Todo ello se debió a la iniciativa del P. Carmelita Fray Nicolás de San José, quien trasplantara del Carmen de San Ángel a nuestra Ciudad, tan devota y doliente Procesión.

La Procesión del Silencio que se celebra la noche del Viernes Santo en San Luis Potosí, es un evento religioso, un auténtico Viacrucis viviente, una representación plástica de los Misterios Dolorosos del Rosario, una magnífica catequesis sobre la Pasión del Redentor.

Las calles y plazas adoquinadas de nuestra bella Ciudad Colonial se transforman en gigantesco y místico templo, con bóveda celeste coronada de estrellas, para dar cabida en su seno a través de sus artísticos Pasos (Andas e Imágenes), a la solemne evocación del Drama del Gólgota. Es además un homenaje de amor, de consuelo y de desagravio a la más amorosa de todas las Madres, la Virgen María, en el misterio de su soledad.

Siete años después, a partir de 1961, Fray Fernando Garza, O. C. D. formó el primer Patronato Hispano Potosino con los taurinos Juan y Lupita Romo, el maestro Fermín Rivera, su esposa Angelita, Ignacio Duque Aranda y Nicolás Salas, quienes trabajando arduamente e hicieron posible con el crecimiento de las cofradías el recorrido por el centro de la ciudad e integraron elementos propios de nuestra identidad, como el fino rebozo de Santa María del Río, así como la participación de charros y adelitas dándole ese toque de mexicanidad. Al adquirir sello y fisonomía propia, se consolidó la doble raíz de nuestra mexicanidad: dos pueblos, dos culturas, dos tradiciones en una sola religión y la lengua más bella del mundo se conjugan en la comunión de este solemne y respetuoso vía crucis.

Esta manifestación religiosa adquirió tal importancia que se hizo necesaria la creación de un organismo encargado de su preparación, realización, conservación y mejoramiento. Así nació TRADICIÓNES POTOSINAS, A. C., a principios de 1996, a iniciativa y tenacidad de Fray Luis Falcón Pizá, O. C. D. la cual organiza y coordina hasta la fecha la realización de la PROCESIÓN DEL SILENCIO y de otras importantes tradiciones.

Todo mundo se pregunta el porqué de nuestra Procesión . . . . . incomprendida aún por algunos . . . . . menos por el pueblo sencillo, creyente y practicante, de profunda religiosidad. Es la necesidad imperiosa que siente el corazón del cristiano, maduro en su fe, de expresar . . . . . de manifestar . . . . . de hacer sentir su dolor y arrepentimiento por la Pasión del Señor y por el Dolor de Soledad de la Virgen María. . . . . todo ello en Noche de Viernes Santo, noche de dolor y de propósitos, de ganas de ser mejores. . . .

Es un desfile religioso de Pequeñas Cofradías que se integran en una sola y magra Procesión Silenciosa, sin cánticos ni rezos. En la procesión la Saeta es un canto doliente dirigido al corazón de María. En su contenido evoca el dolor de María y al mismo tiempo, trata de mitigarlo, es cante “hondo” tipo flamenco, en el cual no se usa música, y las notas pueden variar según el saetero que lo interprete. (Saeta, literalmente es una flecha delgada y muy puntiaguda que, dadas estas características vuela muy rápido y al clavarse en un ser vivo, le causa tremendo dolor.)

Los elementos fundamentales de toda procesión litúrgica son: La Cruz y los ciriales, los Cofrades y las imágenes; estos elementos se encuentran en cada una de las Cofradías de nuestra Procesión del Silencio, a saber: Cruz de Guía y faroles, Estandarte, -Nazarenitos y Macarenas, Damas y Penitentes- con sus respectivas imágenes o Grupos Escultóricos.

Toda Procesión del Silencio deberá tener como fundamento bíblico los cinco Misterios Dolorosos del Rosario y las catorce Estaciónes del Viacrucis; por lo cual nuestra Procesión cuenta con veinte Cofradías, siendo la principal la de Nuestra Señora de la Soledad.

No hay en todo México una sola Procesión del Silencio Completa; en San Luis Potosí, lo hemos intentado.