Amigos míos...
incondicionalmente me han brindado,
-quizá sin yo merecerlo-,
su amistad y afecto, haciéndome
patente su solidaridad para
conmigo, su comprensión y
valioso apoyo manifestado
en sus bellas palabras de aliento en
mis momentos más críticos.
Ha sido muy reconfortante abrir
mi correo y encontrarme con sus
mensajes cargados de cariño,
olvidándose inclusive, hasta de ustedes
mismos para darme el "empujoncito"
que necesitaba...¡justo en el
momento más oportuno!!
DIOS ha sido muy bueno conmigo,
ha puesto en mi camino, amigos
como ustedes que han sido un
manantial de fortaleza colocado en
mi alma y en mi corazón.
Les quiero mucho!!!!