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De: Irmita (Mensaje original) |
Enviado: 12/06/2010 17:00 |
Eduardo Darnauchans
Uruguay 1953-2007
No, no duele el dolor, duele la vida. La muerte, esa "señora otra" como decía el Darno, siempre nos deja sin palabras, desconsolados apenas con ganas de putear bajito, apenas con ganas de seguir, pese a los pesares, seguir, seguir construyendo humanidad, seguir adelante en el camino cueste lo que cueste. Se fue Darnauchans, un grande, sí, un grande que pese a la incomprensión de las multitudes vivió hasta su último suspiro, pensando y trabajando por ellas desde su inconmensurable sensibilidad, desde su fina elaboración poética, desde su inigualable voz. Darnauchans era un artista pero además era un trabajador de su arte. Se forjó a sí mismo leyendo todo aquello que llegó a sus manos, se nutrió de los cuatro vientos del mundo y procuró siempre mantener sus raíces bien sujetas al suelo que le vio nacer. Sus comentarios y observaciones eran siempre críticos y agudos, así se tratara de arte, música, filosofía, literatura o política.
Durante los oscuros años de la dictadura Darnauchans, como tantos otros, sufrió censuras y persecuciones. En su caso: le prohibieron cantar en diversos escenarios.
Se olvidaba que hay algo mucho más profundo y que causa más temor a un tirano, su excelente condición como ser humano, uno de los pocos seres que trascienden por su sensibilidad, creatividad indiscutible, independientemente de sus ideas politicas.
Se trata de uno de los compositores decisivos de la música popular uruguaya, un artista que, consciente de la función del arte, ha apostado siempre a la sensibilización de sus auditores. Darnauchans es un individuo que ha elaborado sus canciones desde un lugar estrictamente poético. Sus historias, donde suele el cantautor convalidar su yo particular, son de una hechura por momentos desgarrante y siempre, siempre con el sello del refinamiento.
Balada para una mujer flaca El sol que sale y sin embargo el frío y por los mundos te busco en vano entre adoquines de espanto y casas cansadas y puertas olvidadas de su voz. Mis pasos suenan en el alba muda y no hay conejos en tu balcón y la soledad... gata mía en el umbral de una catedral de sueños. Como quisiera escribir una canción que te volviera loca y volarte tres años atrás... mujer flaca...
Que no asesine el movimiento muerto de los días tus versos limpios en el cementerio escudriñando entre lápidas hebreas el nombre del nombre que tuvo la risa. Un cielo cínico de planos grises y enfriados cubre la plaza como un cielo raso ya no hay mañana esta mañana por aquí bajo las rotas mejillas de abril. Como quisiera escribir una canción que me volviera otro... o yo mismo tres años mejor mujer flaca...
De tu ventana hasta aquel jueves santo cuanto queda aquel milagro de carretera... con el pulgar paralelo a la sonrisa y tú temblándome en el costado... Como quisiera escribir un vuelo para volver en canto que nos corra el olvido y el fin mujer flaca...
Desconsolados 2 Para los que se sueñan sin ninguna sonrisa para los que se van donde están temblando las canciones que nunca van a cantar? para los propietarios de botellas vacías para los que además de aguarrás bebieron horizontes de espanto y luz de desván por el Duque Penurias y Madame de la Mugre los que siempre estarán más acá de todo lo que brilla en la ciudad al abuelo de copa y al abuelo de bala y al hermano cristal en que sueño como un despertar en San Jamás al ciclista estrellado en el túnel ruinoso el que fue pedaleando sutil y halló la risa dura del final. Por los ferrocarriles esperando en Sansueña detenidos... vacíos... sin nada ni nadie que traer ni que esperar. Para ti para nadie... Para ella y alguno... y por los que no tienen canción no importa que no escuchen esta voz.
El Instrumento
Conocerse claroestá que necesita su tiempo, con años que albañilean y años de derrumbamiento.
Pero cuando todo es potro, mujer, baile, vino, viento y la carne nos sostiene tanto o más que el hondo hueso
qué vas a andar preguntando si te das por lo derecho y es tu voz la que te dice si la promesa es lo cierto
Y de pronto se volaron la mujer, el vino, el fuego que sostenía las carnes el temple del instrumento
y en un cantor de boliche me conocí en el ejemplo ya perdí mi compañera desatame de este enredo.
Texto: W. Benavides Música: E. Darnauchans
He olvidado la noche
Ven junto a mi la noche olvidé en que otro creíste todo amor te enseñó he olvidado también aquel verano cruel en que tu no sabías la razón de existir.
Tu pelo tan rubio mi cuello acarició y por que todo esto ocurría entre los dos mi mano en tu pecho corazón excitado y tu vestido lento se desliza a tus pies...
Juega mi aliento en la miel de tu piel y mis dedos se queman en la luz de tu espalda mi oído en tu boca secretos halló y mi mano en tu pecho al fin comprendió
Entonces.. Ven junto a mi la noche olvidé en que otro creíste todo amor te enseñó he olvidado también aquel verano cruel en que tu no sabías la razón de existir
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De: c3l14 |
Enviado: 12/06/2010 19:42 |
Holaaaa, Irmita buenas tardes,,, no sabia nada de este señor,, pero que bueno que vivio como él quiso,, escribio lo que le gustaba,, cantaba tambíén seguro,, Dios y San Pedro estaran que gozan de su arte,,,
gracias amiga mia por compartir,, que tengas buen fin de semana hasta siempre,,,Celi. |
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De: JADEmuj |
Enviado: 13/06/2010 07:29 |
IRMITA, PARA MÍ TAMBIÉN ERA DESCONOCIDO, PERO TIENE LETRAS MUY PROFUNDAS Y AHORA CLARO QUE ME ENTRA LA INQUIETUD DE ESCUCHARLO... GRACIAS AMIGA, POR INCLUSO PONERNOS SU RESEÑA.
TE SALUDA CON CARIÑO,
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Muy interesante tu mensaje amiga, hoy he aprendido algo nuevo.
Un abrazo
FER |
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