LA DIOSA DE LA GUERRA Y LA PAZ
PALLAS ATENEA.
Es la hija preferida de Zeus. No nació de una mujer, sino que fue creada como una luz brillante, que emergió de la frente de su padre. A la vez diosa de la guerra y de la paz, acude según los casos a emplear la violencia o la inteligencia creadora. En la Ilíada, su valentía calmosa y reflexiva la distingue de su hermano Ares, dios del furor ciego. En las guerras médicas, es ella que guía a la flota griega menos poderosa que la persa, y le confiere el triunfo gracias a la habilidad. Se le dan otros nombres: Promakos, la que combate con razón; Nikiforos, la que conduce a la victoria; Polias, cuyo brazo poderoso vela sobre las ciudades.
Atenea tiene otras virtudes. Ha inventado el horno del alfarero y la escuadra del carpintero. Enseñó a los hombres a someter los bueyes al yugo, y atarlos al carromato; a plantar y cultivar los olivos, y a navegar las aguas en buques. La mujer aprendió de ella el arte de hilar y de bordar; y es ella, como Agoraia, la que inspira la elocuencia de los oradores y el buen sentido de los ciudadanos en las asambleas. Es la virgen Parthenos, cuyo corazón es insensible a los deseos del amor; para abrigar cuya estatua los atenienses construyeron sobre el Acrópolis el templo del Parthenon y en cuyo honor se hacían los desfiles en las fiestas Panateneas representados en los frisos de los caballeros tallados por Fidias en su templo.
Atenea representa como ninguna otra los recursos de la inteligencia helénica; su permanente curiosidad, sus constantes investigaciones, su empleo de la razón y la claridad de las explicaciones, que han sido origen de casi todas las ideas, reflexiones y expresiones más maravillosas del pensamiento humano.
Celi.
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