LA CORTE OLÍMPICA.
Los grandes dioses que ocupan el Olimpo están rodeados de una corte de dioses menores, y divinidades secundarias, que principalmente están encargadas de cumplir sus órdenes, servirlos y de entretener mediante la música y la danza sus interminables horas de la inmortalidad.
Temis, personificación de la justicia, a la vez hermana y esposa de Zeus, es una especie de maestro de ceremonias que convoca el consejo de los dioses, preside los festines, vigila el mantenimiento del buen orden.
Las Horas, hijas de Temis, cuidan las puertas del cielo, y ejecutan una danza permanente. Las tres Gracias, hijas del cielo y de la aurora, Aglaé, la brillante; Eufrosina, alegría del corazón, y Talia, la que hace crecer las plantas, son la fuente de todas las alegrías que hacen que en su presencia todo sea joven, amable y seductor.
Iris (el arco en el cielo) es con Hermes la mensajera de Zeus. Ganimedes, adolescente de maravillosa belleza, es encargado en los banquetes de mantener las copas de los inmortales llenas de ambosía; ayudado en esa labor por Hebe, símbolo de la juventud eterna que es privilegio de los dioses.
Las nueve Musas, hijas de Zeus y de Menmosina (la memoria), durante las fiestas de los dioses cantan en tanto Apolo las acompaña con la cítara. Fueron veneradas en la época romana asociadas expresamente con alguna manifestación de las artes o las letras: Clio musa de la historia, Euterpe del arte de la flauta, Talia de la comedia o teatro, Melopea del arte lírico y la tragedia, Terpsícore de la danza, Erato de la poesía, Polimia del arte mímico, Urania de la astronomía, Calíope de la poesía épica y de la elocuencia.
Celi.
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