La lealtad, la fidelidad y el amor incondicional, son cualidades que se han ganado el título del “mejor amigo del hombre”. Se trata del perro llamado Hachiko que se ha ganado un lugar en los corazones de todos los pobladores de la  ciudad de Odate, en la Prefectura de Akita.

Precisamente, en el centro de la ciudad se halla una estatua de bronce  del can que se puede encontrar en la estación de tren Shibuya. Millones de habitantes de Tokio y del país  se han reunido en el punto de referencia desde 1934 y continúan haciéndolo hoy en día.

 Hachiko nació en Akita en 1923 y fue llevado primero a Tokio en 1924. Él y su propietario, el Sr. Eisaburo Uyeno, eran amigos inseparables desde el principio. Cada día “Hachi” acompañaría a Eisaburo, un profesor de la Universidad Imperial, a la estación de tren cuando se fue a trabajar. A su regreso, el profesor encontraba al perro esperando pacientemente, moviendo la cola.

Esta rutina continuó feliz hasta un día aciago de 1925, cuando el profesor se puso enfermo en el trabajo y por desgracia murió antes de poder volver a casa.

A pesar de que Hachiko tenía menos de dos años de edad en el momento, el enlace entre el perro y el dueño era fuerte. Hachiko siguió esperando cada día en la estación de Shibuya para un amigo que no iba a volver. A veces, no quiso volver a casa por días! Asi mantuvo su vigilia por más de diez años.

Hasta que el 8 de marzo de 1935, Hachiko, finalmente fue al encuentro de su amo. Él murió en el lugar donde lo esperaba cada día.

La gente se conmovió por su historia que se erigió una estatua en su honor en 1934. El famoso artista Ando Teru se encargó de la escultura original de bronce, que fue fundida durante la guerra.  Después de la guerra, fue olvidado casi Hachiko.Hasta que en 1948 Tekeshi Ando, hijo del autor original ya fallecido, hizo la segunda estatua.

La vida del perro dió vida a un libro y película (La historia de Hachiko). Los viajeros que visitan a través de la estación de Shibuya se pueden comprar regalos y recuerdos de sus perros favoritos en la tienda del Hachiko Memorial.

MELITA