Aquella inolvidable imagen dio la vuelta al mundo y cautivó a millones de personas. De hecho, se convirtió en uno de los iconos de la fotografía mundial. La muchacha afgana fue fotografiada por Steve McCurry a finales de 1984 en un campo para refugiados. Veintises años después su rostro acapara de nuevo nuestra atención. Por segunda ocasión la cámara de McCurry capta el rostro de Sharbat Gula, la mujer afgana que ahora está casada y tiene tres hijas.
La primera imagen captada cuando contaba 16 años revela un bellísimo rostro embozado por un manto rojizo en el que parece arroparse el rumor de los amores idos. Ahora son otros dedos los que imprimen su huella de dolor en esos ojos únicos. Ahora ya no es el amor sino el odio lo que aparece. Los ojos son los mismos, sin embargo algo cambió en el personaje y el rostro que lo enmarca.
Sharbat Gula es muda testigo de la guerra, la persecución, la muerte, la hambruna y el resentimiento.Esta conmovedora fotografía le devuelve la imagen y le ayuda quizá a recordar los detalles de la mirada limpia y los amores frescos.
MELITA