El aceite de oliva extra virgen es una grasa mono insaturada que puede considerarse que es buena para tu salud, y sus beneficios positivos son bien conocidos. Es parte esencial de las dietas del tipo de la “dieta Mediterránea”.
Sin embargo, es importante que te quede bien claro que NO DEBES de usarla para COCINAR. Debería de ser usada únicamente en frio, por ejemplo en ensaladas y ese tipo de platillos.
Debido a su estructura química que contiene gran cantidad de grasas no saturadas, el hecho de aplicarle calor al aceite de oliva lo hace muy susceptible de sufrir daño oxidativo.
Además, el aceite de oliva, aun cuando no se use para cocinar alimentos calientes, posee una gran desventaja: es altamente perecedero.
Esto se debe a que el aceite de oliva extra virgen contiene clorofila, la cual acelera la descomposición del aceite y lo hace volverse rancio rápidamente.
Para evitar este problema, es recomendable usar aceite de oliva semi-refinado, el cual no contiene clorofila (aunque casi tampoco tiene sabor alguno), en lugar del aceite de oliva extra virgen.
Otro problema es en la forma en que usamos el aceite de oliva: la mayoría de las personas abrimos la botella de aceite, lo usamos, y lo dejamos así, destapado durante un buen rato. El problema radica en que cada vez que el aceite de oliva extra virgen queda expuesto al oxigeno del aire o a la luz, la clorofila acelera la oxidación de las grasas no saturadas del aceite.
Para evitar en lo posible dicha oxidación del aceite, es recomendable:
- Conservarlo en un lugar fresco y oscuro.
- Comprar botellas más pequeñas en lugar de las botellas más grandes.
- Taparlo inmediatamente después de usarlo.
Agrega antioxidantes al aceite de oliva
Para contrarrestar la oxidación en el aceite de oliva, sugiero que le agregues el antioxidante conocido como Astaxantina.
La Astaxantina es un muy poderoso antioxidante, de estructura química similar al beta caroteno. Puedes comprarla en capsulas de gel, y le exprimes una al aceite. Es de color rojo, por lo que nada mas al ver el aceite sabrás si todavía le queda Astaxantina o no.
Si le agregaras vitamina E, la cual también es un antioxidante soluble en aceite, no sabrías si el aceite todavía la tiene, porque la vitamina E es incolora.
Los peores aceites para cocinar
Las grasas poliinsaturadas son casi las peores que puedes usar para cocinar tus alimentos porque este tipo de aceites, ricos en grasas omega 6, son altamente susceptibles a dañarse (y volverse realmente malos para tu cuerpo) cuando se someten al calor de la estufa.
Y por desgracia, se trata de los aceites para cocinar más vendidos:
- Aceite de maíz
- Aceite de soya (“Soy Alejandro” dice un comercial hecho por un instructor de Yoga)
- Aceite de girasol, y
- Aceite de canola
Cuando las grasas omega 6 se dañan por el calor, se vuelven altamente desastrosas para tu salud, y son responsables de una gran cantidad de enfermedades.
Y por último, las peores grasas que puedes consumir son las grasas trans. Hasta el nivel mínimo de consumo de este tipo de grasa es altamente destructivo para tu cuerpo.
Las grasas trans son omega 6 altamente dañados que tapan tus arterias y son causantes de la mayoría de las enfermedades cardiovasculares.
Se forman cuando, en un proceso industrial, los aceites vegetales arriba mencionados se calientan y se les agregan hidrógeno, para fabricar margarina o grasa vegetal.
Por favor, cuando cocines, por el bien tuyo y de tu familia, NUNCA uses margarina o grasa vegetal. Además, desgraciadamente, con seguridad tú y tu familia ya están consumiendo bastante de este tipo de grasas: se usan como ingrediente en alimentos procesados tales como papitas fritas, galletas pre-cocinadas, etc.
Siempre que compres un alimento procesado (es decir, envasado, enlatado o embolsado) checa las etiquetas de contenido nutricional para buscar a este enemigo de tu salud.
Las grasas trans elevan tu colesterol malo (LDL) al tiempo que bajan tu colesterol bueno (HDL) lo cual es exactamente lo contrario a lo que debería de suceder con el colesterol de tu cuerpo.
Usar este tipo de grasas es preparar el escenario para el desastre dentro de tu cuerpo: enfermedad cardiaca, alta presión y diabetes tipo II.
Con amor...
Flaquita