Mantén una observación especial de tus pensamientos y palabras y
cada vez que te descubras quejándote, expresa un agradecimiento a la vida,
al trabajo, a la salud... o a cualquier cosa
que puedas agradecer de corazón...
siempre tendrás algo para agradecer.
Cada vez que emitas una queja tendrás que
volver a empezar la cuenta de los días desde uno.
Pensar una queja o crítica y no la digo,
¿También cuenta? Por suerte NO.
Sólo las palabras que salen de tu boca
son las que cuentan en este caso. Quienes lo han logrado reconocen que no es para nada fácil,
pero después de las tres semanas, o más,
que tardes en lograr la meta,
dejas inclusive de criticar con la mente.
¡ Adelante !... acepta el reto... demuéstrate que SI puedes,
y vive la GRATITUD como una experiencia que se "siente"...
y asciende a un mayor nivel de conciencia y despertar,
donde el panorama de la vida será más amplio y amable contigo.
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