Muy cierto, mientras no olvidemos la afrenta sufrida, y la recordemos constantemente, la inquietud no nos dará punto de reposo...lo peor es que volvemos a sufrir la agresión, pero ahora hecha por nosotros mismos...una autoagresión. Posiblemente quien nos lastimó, ya ni lo recuerda y duerme plácidamente mientras el sueño ha huido de quien no puede perdonar, y se lastima a sí mismo, más y más.
El rencor, el odio...causa cáncer.
Graciasssssss Chiquita!!
Flaquita