Hemos vivido más de la mitad de nuestra vida...¡y no hemos sentido el paso de los años! y si nos ponemos a meditar sobre ésto, veremos qué absurdamente perdimos algunas ocasiones, la oportunidad de ser totalmente felices, con conductas necias, orgullos mal entendidos, enojos, sensiblería extrema, etc.
Ahora vemos la vida desde otra perspectiva, ya no es tan explosivo nuestro caracter, ni nuestros actos son impulsivos, tenemos otra visión, otras metas más tranquilas, obramos ahora sí, de acuerdo a nuestras convicciones sin esperar que sean agradables o desagradables para los demás, ¡vamos! ahora actuamos para darnos gusto a nosotros mismos,...claro,siempre respetando a nuestros semejantes, alcanzando así la paz interior.
Me gusto mucho esta presentación, querida Dill, creo que todos nos hemos identificado con el texto.
Muchas gracias amiga mía!
Flaquita