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| De: Ketty20090 (Mensaje original) |
Enviado: 03/05/2011 09:07 |
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REFLEXIÓN...
Nadie realiza banquetes con desconocidos o extraños. Las comidas nos permiten reforzar vínculos con los comensales. Celebramos acuerdos, reencuentros, logros y metas. Las fiestas nos permiten integrarnos más estrechamente con los nuestros.
Los afectos nos motivan a acercarnos a los que amamos. En la lógica humana así procedemos. El evangelio nos invita a vivir abiertos a otra dimensión igualmente importante, la de la solidaridad franca y la gratuidad. Para un cristiano, todo necesitado es uno de los suyos.
No se trata de preparar cenas y desayunos para aparecer en la sección de sociales como promotores de la filantropía y la caridad. La mejor inversión, la más rentable de todas en la óptica del Reino, es compartir con aquellos que no pueden pagarnos. Mejor aún, es darnos y no contentarnos con dar nuestras cosas.
Ketty
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MUCHAS GRACIAS
Muchas gracias Ketty, muy verdadero lo que aquí se dice
MELITA |
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Mejor aún, es darnos y no contentarnos con dar nuestras cosas.
Muy bien dicho, es muy fácil dar cuando se tiene,
¿qué mérito es ese?
Debemos darnos, como tú dices, o sea,nuestro tiempo,
nuestro amor, nuestra solidaridad...
Dios sea contigo,LEONOR |
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De: JADEmuj |
Enviado: 05/05/2011 08:08 |
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KETTY, QUÉ BUEN MENSAJE, PARECE TRILLADO, PERO SI NOS PONEMOS A REFLEXIONAR, QUÉ POCO NOS DAMOS A LOS DEMÁS Y GENERALMENTE EL TIEMPO SE NOS DILUYE EN COSAS INTRASCENDENTES.
TE SALUDA CON CARIÑO,
JADEmuj. |
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De: FLAQUIS |
Enviado: 05/05/2011 08:24 |
Decía la Madre Teresa: "Dar hasta que duela". Y la verdad, no creo que duela el compartir lo que tenemos con los menos agraciados, si son bienes materiales...pues para eso es redonda la moneda...¡para que ruede!, ya nos repondremos. Y si son bienes emocionales, espirituales o de esfuerzo físico...¡nadie se ha muerto por eso! una frase amable, una sonrisa, una palmada, en el momento oportuno, es un hermoso regalo.
Siempre es una enorme satisfacción, ver una sonrisa en un rostro que momentos antes estaba sombrío, el corazón salta de alegría, al constatar que no ha sido estéril nuestro acto de amor. No es precisamente bienes materiales o dinero lo que hace la diferencia del día a una persona...¡es el amor con el que se le da, y con el que lo recibe!.
DIOS no se deja ganar en generosidad. Curiosamente la gente que recibe un beneficio, tiende a ser ingrata (no todos, afortunadamente), pero quien da, y alguna vez necesita, no es del beneficiado anteriormente de quien recibe la ayuda...prodigiosamente se abren puertas insospechadas y manos desconocidas que se tienden para socorrer...¡ese es DIOS! .
Muchas gracias mi Ketty linda!!
Flaquita |
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