ADIOS A MI MADRE
La tarde està gris, se tiñe de llanto
Recibe esta sangre, madrecita linda
haz un gran esfuerzo, lucha incesante
por tu vida misma.
Te miro morir,
con grave impotencia...
¡No te vayas madre!
¿Què va a ser de mì?
Lucha denuedada,
no pierdas la fuerza
La vida es hermosa...
¡depende de tì!.
¡Yo te necesito madre!
mi fiel confidente, mi sabia asesora,
mi grande consuelo en tiempos de pena,
el seno amoroso, que me diò el ser.
¡No te vayas madre!
¡Que alguien la salve!
¡càmbienle la sangre!,
¡dènle màs oxigeno!
Dènle un masaje a su corazòn
¡Hagan lo que sea!...
¡no dejen que muera!.
Me abracè a tu cuerpo
dàndote calor,
te cubrì del frìo
con inmenso amor.
Mis hijas sostienen entre sus manitas
un rosario blanco, pidiendo a la Virgen
te cure, te sane,
y amorosamente te conceda vida.
Tus ojos cerraste para nunca abrir,
ya muerta...ya inerte,
se va para siempre
la luz de mi vida,
la estrella que alumbra
mi fe y esperanza,
lucero que guìa
el sendero de mi alma.
No pude salvarte
mi viejita linda
dejaste en mis brazos
tu ùltimo aliento.
Tu cuerpo ya yerto,
lo agitè con ansia
gritando al silencio,
con grave clamor:
¡No te mueras madre!
¡Lucha por amor!.
Mi amiga Cocò -que DIOS la bendiga-
me abrazò llorando
diciendo callada...
"¡Aquì estoy contigo!"
Adios madre mìa,
descansa tranquila
que tus enseñanzas grabaste en mi alma
con sangre, paciencia e infinito amor
Duerme en el regazo de DIOS, mi SEÑOR
¡Merecida tienes esa bendiciòn!
A mi PADRE ETERNO, le doy yo las gracias
pues me demostrò que mucho me ama,
de todas las madres,
me diò la mejor...
tan linda...tan buena...tan llena de gracia.
Duerme mi viejita ese sueño eterno
desde el cielo mira, cuànto yo te quiero
eres tu mi ejemplo, y mi bendiciòn
viviràs por siempre, madrecita santa
¡dentro, muy dentro de mi corazòn!
Con amor, tu hija...
Flaquita