Una muy triste realidad...¿cuàndo entenderà la gente que el dinero no es prioritario? Por mucho que se gane, mucho se pierde. Se pierde inicialmente la vida propia, no teniendo tiempo ni de disfrutar plenamente la luz del sol, se pierde la independencia, la propia personalidad...y la libertad. Pero lo màs importante: no se viven los momentos hermosos con la familia, no se es testigo de los primeros pasos de los hijos....muchas veces ni siquiera el verles sonreìr, o tomarlos en brazos para consolarlos de alguna caìda.
Se preocupan màs del vestido, lujos y alimentos para el estòmago de los hijos, que de alimentar su alma con amor...¡por DIOS! que equivocaciòn garrafal.
Creo, y sin temor a parecer ridìcula o fuera de tono, que es preferible comer frijoles diariamente sazonados con amor, que comer pechuga de àngel ricamente preparada con fines especias, sazonadas con làgrimas.
Muchas gracias mi niño!!
Flaquita