Muy cierta la moraleja que nos deja la historia que nos cuentas. Cuantas veces no nos damos cuenta de nuestras propias capacidades, estamos dominados por el temor al fracaso y eso nos frena.
Para vencer el temor, la timidez, y darnos cuenta de nuestra valìa y de todo el potencial que somos capaces de desarrollar, a veces solo Basta un empujoncito ...¡pero no a la alberca del millonario!!!
Graciassssss Melita hermosa!
Flaquita