La abuela le pregunta al nieto:
Niño, ¿cómo se llama tu amigo,
el que siempre me esconde las cosas?
Y el nieto le contesta:
-Alzheimer, abuela, Alzheimer.
La abuela le vuelve a preguntar:
-¿Y ese otro que me pone tan nerviosa? ¿Cómo se llama?
El nieto le dice:
-Parkinsom, abuela Parkinson.
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El policía le pregunta al ladrón:
-¿por qué le robó el reloj a la señora?
Y el ladrón le responde:
-Yo no le robe ningún reloj, ella me lo dio solita!
-¿En que momento la señora le dio el reloj?
Y el ladrón responde:
-Justo en el momento que le mostré la pistola
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Durante el sermón el cura dice a los fieles en tono de regaño:
-En este pueblo se ha perdido la fe!
de repente el borracho del pueblo grita:
-que nadie salga ni se mueva hic!, hasta encontrarla! hic!...
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Como a las cuatro de la mañana, un borracho regresaba a su casa, se encuentra con un policía y le pregunta.
-Cuántos chichones tengo en la cabeza?
-Tiene tres chichones.
-Ah ¡entonces faltan dos postes para llegar a mi casa...
Musshhhhassgraciaaasss!!!
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El tigre le dice a la tigresa: "Prepárate, porque hoy en la noche me voy aventar el salto del hombre"...
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Un señor le comentó a otro: "Mi padre tiene 90 años, y todos los días se levanta a las 6 de la mañana a caminar 5 kilómetros".
Pregunta el amigo admirado: "Y ¿que hace en las tardes?"
Contesta el otro: "Termina el primer kilómetro"..
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El psiquiatra le dice a doña Macalota: "Pienso, señora, que todos sus problemas se deben a su inconsciente". Responde ella: "No creo que mi marido tenga nada que ver en esto"...
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Susiflor le conto a Rosibel: "Dejé para siempre el socialismo cuando fui a un campo nudista. Ahí aprendi que no todos los hombres son iguales"...
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Babalucas fue a una playa de moda, y no pudo hallar hotel. En el último donde inútilmente buscó cuarto una chica le dijo: "Señor: tengo una habitación, y en ella hay un diván. Yo no lo conozco a usted; usted no me conoce a mí; de modo que bien podemos compartir el cuarto,
pagandolo por mitad". Babalucas aceptó el trato. Ya en la habitación le dice la muchacha: "Señor: veo que el diván es muy incómodo. Yo no lo conozco a usted; usted no me conoce a mí, de modo que no creo que haya inconveniente en compartir la cama". En efecto, Babalucas se acosto en el lecho, al lado de la hermosa chica. En la penumbra de la habitación ella le dice: "Señor: yo no lo conozco a usted, usted no me conoce a mí. ¿Que le parece si hacemos una fiesta, y nos divertimos?". Replica con tristeza Babalucas: "Usted no me conoce a mí; y yo no la conozco a usted. ¿A quién vamos a invitar a la fiesta?"...
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