Querida amiga, te agradezco muy mucho la semblanza sobre los charruas que publicaste.
A continuación te entrego esta crónica sobre el destino de un grupo de charruas que fue llevado a Francia.................para ser estudiados.
Confiezo que desde la escuela primaria, cuando estudiábamos esta parte de la historia me emocionaba muchísimo el destino de estos cuatro pobres SERES HUMANOS.
En 1833, François De Curel, director del Colegio Oriental de Montevideo obtuvo del gobierno uruguayo la autorización de llevar a Francia, cuatro charrúas que eran prisioneros en la capital uruguaya, con el objeto de presentarlos a la comunidad científica de la época. Es así como el cacique Vaimaca Peru, el médico brujo Senaqué, el domador de caballos Tacuavé y la india Guyunusa embarcaron a bordo del Phaéton el 25 de febrero de 1833 para desembarcar en mayo, cuatro meses más tarde en el puerto de Saint-Malo.
Llevados a París fueron "estudiados" por diversos científicos y mostrados al público, como escribe De Curel : " En la prensa escrita se indicó sin cese el local donde los charrúas habían instalado su toldo, al igual que los días y las horas durante las cuales se admitía el acceso del público para la visita ".
Dumoutier "estudió"a los indios y redactó una obra intitulada : "Consideraciones frenológicas acerca del cráneo de cuatro CHARRUAS" antes de que el primero en morir, el médico brujo Senaqué dejara de existir el 26 de julio de 1833, según la revista de la sociedad "Les amis de l’Archéologie" (Los amigos de la Arqueología ) consumido por una "fievre causada principalmente por la desesperación, el tedio y sobre todo la nostalgia de su tierra".
El Toldo fue instalado entonces en un local cito en el número 27 de la rue Chaussée d’Antin, donde fueron vistos por un periodista del "Courrier de Lyon " (Correo de Lyon) quien escribió a propósito : "Tenían una avestruz (ñandú : ndr) como compañía y para nuestra sorpresa esta soberana de los llanos desérticos se mostraba más sociable que ellos mismos". Fue entonces que De Curel vendió el toldo con sus habitantes a un empresario que los habría revendido a su vez a uno de sus colegas.
A partir de este momento, los indios fueron exhibidos en medio de un grupo de animales exóticos.
El cacique Vaimaca Peru murió el 13 de setiembre de 1833, época en la cual varios visitantes habían manifestado su indignación frente al trato que "el exhibidor" infringía a los CHARRUAS.
Días mas tarde, Guyunusa dió a luz a una niña concebida antes de su viaje ; el parto ha sido descripto por el Dr. Tanchou en la "Gazette des hôpitaux".
La opinión publica fué manifestandose cada vez más crítica frente a la triste exhibición, es así que el etnólogo Paul Rivet nos informa que : "El Sr Seguier en su doble calidad de académico y magistrado fue encargado de obtener de la administración, la reparación de los daños y perjuicios causados a los desgraciados CHARRUAS (… … … …) de los cuales no estaban excluídos los latigazos y esto ante el más mínimo pretexto".
Informado el prefecto de la policía, la administración se comprometió a liberar a los indios y a tomar las medidas que requería su situación excepcional. Lamentablemente, el empresario, que fue sin duda puesto al corriente de este estado de cosas, desapareció con el Toldo y los CHARRUAS.
Se le creyó en Alsacia, donde se dio orden de arresto pero nunca más se le pudo encontrar. En cuanto a sus "pensionistas" no se halla más su rastro hasta el 22 de julio de 1834, fecha en que Guyunusa fue llevada al hospital del Hôtel-Dieu de Lyon donde falleció a pocas horas de su ingreso, según lo atestigua el acta de defunción que puede consultarse en los archivos de los Hospices Civils de Lyon.
El último CHARRUA perteneciente a este grupo, Tacuavé, al igual que la hija de
Hoy, Uruguay es el país de América del Sur que menos herencia cultural amerindia tiene, consecuencia de un proceso que puede calificarse legítimamente de etnocidio.
El triste destino de los últimos CHARRUAS nos conduce a interrogarnos sobre las consecuencias de esa mirada "sobre el ajeno" ( ese exotismo que se inscribe en el marco de las discriminaciones aunque a veces dichas "positivas")que es aún hoy lamentablemente demasiado frecuente a pesar de todos nuestros siglos de "civilizacion ".
P.D :
Con fecha 14-9-2000 se aprobó la Ley Nº 17256 por la que se declara de in terés general la ubicación y posterior
repatriación de los restos de los charrúas llevados a Francia en 1833. El trámite lo ralizará el Ministerio de RREE y luego se inhumarán en el Panteón Nacional.
CON MUCHO AFECTO
MELITA