PAULA
Tu infancia es un regalo
que descubro cada día renovado.
Con pequeñas cintas de colores
envuelves diferente mi
temida rutina:
obligado es ser feliz
cuando nada se parece a ayer,
cuando tu intocado mundo
deleita los pocos momentos
que tengo para contemplarte.
Haces hermosa la palabra
inevitable, pues
inevitablemente me sorprendes
con la aurora.
Corazón,pequeña rodeada
de brazos,
despliego esas alas que
tengo partidas,
y protejo tu hogar y
tu lecho,
mientras garabateas
tus vivencias,
en mi álbum del alma.
Pero te alejarás con
pasos de hada,
sin ruido te adentrarás
en el lejos,
antes de que despierte de
mi sueño
y no me necesites en
tu abrazo.
SORBER.