Dos vampiros van volando y se cruzan. Uno le pregunta al otro: - ¿Cómo te llamas? El otro le responde: - Vampi. - ¿Vampi qué? - Vampi Rito, y tu, ¿cómo te llamas? - Otto. - ¿Otto qué? - Otto Vampirito.
Se encontraba una noche el Conde Drácula muy atareado reparando su ataúd y gritó: - ¡Igor! - Dime señor,- contestó Igor. - Pásame el desatornillador. En un rato llegó Igor con el encargo y Drácula grita: - Aaayyggh, ¡El de cruz no, idiota!