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De: JsalgueroD (Mensaje original) |
Enviado: 26/08/2011 15:25 |
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Enviado: 26/08/2011 17:15 |
Viñeta José Salguero Duarte Para cuando llegue José Salguero Duarte Jueves 25 agosto 2011 Sentado en una silla de anea, leyendo poemas y escuchando las idas y venidas de las olas de la Bahía de Algeciras. Esperaré cuanto sea necesario durante las horas del día y de la noche a que llegue. Pero no sé si es rubia o morena, alta o baja, delgada o gruesa, dulce o amarga ni pacífica o agresiva. Aunque tengo claro que arribará y, se presentará ante mí cuando menos la espere, de forma violenta procedente de lo que me cerca o de forma natural del más allá por tierra, mar o aire. Para cuando eso ocurra, porque ha de llegar y no es una fanfarronada, le recitaré a modo de recibimiento mi poema: Cuando te veo, que figura en mi poemario titulado Muro, que dice así: /Cuando te veo/, tengo miedo de hallarte. /Y cuando te hallo, /tengo miedo de verte/. Mientras tanto, debo proseguir haciendo los deberes aunque ya fui padre, planté árboles, escribí, publiqué y edité hasta la fecha catorce libros sin solicitar ayuda de tipo alguno. Hago exposiciones de pinturas y tareas periodísticas actualmente en el Diario Área, decano de los periódicos del Campo de Gibraltar. Así como, en un centenar de periódicos digitales, foros de Internet y en revistas culturales… (Tribunas de opinión, entrevistas a personajes de todas las esferas sociales, crónicas taurinas y reportajes culturales etc., siendo ilustradas las colaboraciones con fotografías y viñetas realizadas por mí). Amé y amo a la cultura y a las artes, respeté y cumplí e hice cumplir la Declaración Universal de Los Derechos Humanos. Estando en contra de las injusticias, de las torturas, de la discriminación racial y machista, de la contaminación social, atmosférica y subterránea. De los abusos de los poderes fácticos, de las guerras y del terrorismo de cualquier signo, de la hipocresía, de la falsedad, de la explotación del hombre sobre el hombre, del enchufismo, de los tratos de influencias, de la falsedad, del engaño, de la traición, de los pelotas, de los falsos, de los trepadores, de los chivatos, de los especuladores, de los que se ponen medallas a costa del esfuerzo y sacrificio de los demás sin merecérselas, de la carroña política y de las otras putrefacciones que las hay en grandes cantidades en cualquier lugar. Me repugnan los dictadores, fascistas y opresores carentes de dignidad, vergüenza, moral, ética y civismo. Pero alzo mi voz suave y melodiosamente en mi clave de sol al sur del Sur de Andalucía. Para que los vientos del Estrecho de Gibraltar, transporten donde consideren oportuno y proclamen que estuve, estoy y estaré a favor de la paz, del bienestar y de la fraternidad entre los pueblos, de la honradez, igualdad y de la total libertad de expresión. Del derecho a la vida y a la muerte, de un mundo sin fronteras y sin racismo, porque sentí en mis carnes penurias y desprecios, al ser inmigrante en tierras extrañas españolas…, desde los dieciséis hasta los cincuenta años. Por lo tanto, antes de recibir el finiquito, juro por mi conciencia y honor ante la soberanía popular que reside en el pueblo. Que luché y lo seguiré haciendo por el bien común hasta cuando llegue. Sin bajar la guardia, para no dejarme manipular por algunos corruptos del actual sistema político. Porque, en tiempos de la dictadura de Franco y en nuestros días fui y seré un libre pensador absolutamente independiente. Habiendo sorteado la mugre expandida por los lugares más recónditos. Teniendo que caminar desnudo y descalzo en solitario para que no me salpicara, al no fiarme ni de mi sombra, porque al menor descuido te la juegan, debido a la cantidad de miserables que existen en esta jungla. A mí familia y amigos, les pido que en la madrugada cuando ella se presente. Que se marchen a descansar, porque es absurdo que permanezcan a mi lado. Porque no les voy hacer ni puñetero caso. Pero que hagan sonar el himno de la alegría, dejen las luces encendidas y las puertas abiertas de par en par de la sala. Prohibiéndose el paso a todo el mundo, porque no quiero penas. Ya que acabo de alcanzar mi gloria eterna. Antes de cerrar la cancela, deben introducir en la caja de pino o de madera, un ejemplar de cada una de mis obras literarias, un pincel, papel y una de mis plumas estilográficas. Después cubridme con la bandera andaluza y con la republicana. Al día siguiente los que quieran de los más íntimos y allegados, me acompañen en el último viaje. Y cuando me estén encerrando en mi residencia de descaso. Si María Teresa quiere cantarme unos fandangos o por alegría se lo agradeceré. En la fachada principal de mi último aposento, que debe estar situado a una altura prudencial para que me vean. Debe existir una paloma blanca con un ramo de olivo en el pico, una rosa y un libro con líneas de un pentagrama en el que debe figurar escrito el siguiente epitafio: --Aquí reside José Salguero Duarte escritor, pintor y poeta del pueblo. Perdone que no le atienda, me encuentro durmiendo la siesta--.
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Estimado JsalgeroD, te felicito por tan rico curriculum, refleja una vida muy rica.
En cuanto a la que esperas "rubia o morena, alta o baja, delgada o gruesa, dulce o amarga ni pacífica o agresiva."...(.solo esos atributos físicos esperas?).......llegará, todo llega en la vida.
Copio y pego, "Consejos que dio Don Quijote a Sancho Panza antes de irse este a gobernar la Insula Barataria"......están geniales!
Primeramente, ¡oh, hijo!, has de temer a Dios; porque en el temerle está la sabiduría, y siendo sabio no podrás errar en nada.
Lo segundo, has de poner los ojos en quien eres, procurando conocerte a ti mismo, que es el más difícil conocimiento que puede imaginarse. Del conocerte saldrá el no hincharte, como la rana que quiso igualarse con el buey; que si esto haces, vendrá a ser feos pies de la rueda de tu locura la consideración de haber guardado puercos en tu tierra.
Haz gala, Sancho, de la humildad de tu linaje, y no te desprecies de decir que vienes de labradores; porque viendo que no te corres, ninguno se pondrá a correrte; y préciate más de ser humilde virtuoso, que pecador soberbio. Innumerables son aquellos que de baja estirpe nacidos han subido a la suma dignidad pontificia o imperatoria; y de esta verdad te pudiera traer tantos ejemplos, que te cansaran.
Mira, Sancho, si tomas por medio a la virtud y te precias de hacer hechos virtuosos, no hay para qué tener envidia a los que los tienen príncipes y señores; porque la sangre se hereda, y la virtud se aquista, y la virtud vale por sí sola lo que la sangre no vale.
Siendo esto así, como lo es, que si acaso viniere a verte cuando estés en tu ínsula alguno de tus parientes, no lo deseches ni le afrentes, antes lo has de acoger, agasajar y regalar, que con esto satisfarás al cielo, que gusta que nadie le desprecie de lo que él hizo, y corresponderás a lo que debes a la naturaleza bien concertada.
Nunca te guíes por la ley del encaje, que suele tener mucha cabida, con los ignorantes que presumen de agudos.
Hallen en ti más compasión las lágrimas del pobre, pero no más justicia que las informaciones del rico.
Procura descubrir la verdad por entre las promesas y dádivas del rico como por entre los sollozos e importunidades del pobre.
Cuando pudiere y debiere tener lugar la equidad, no cargues todo el rigor de la ley al delincuente; que no es mejor la fama del juez riguroso que la del compasivo.
Si acaso doblares la vara de la justicia, no sea con el peso de la dádiva, sino con el de la misericordia.
Cuando te sucediere juzgar algún pleito de algún enemigo tuyo, aparta las mientes de su injuria, y ponlas en la verdad del caso.
No te ciegue la pasión propia en la causa ajena; que los yerros que en ella hicieres, las más de las veces serán sin remedio, y si le tuvieren, será a costa de tu crédito y aún de tu hacienda.
Si alguna mujer hermosa viniere a pedirte justicia, quita los ojos de sus lágrimas y tus oídos de sus gemidos, y considera despacio la sustancia de lo que pide, si no quieres que se anegue tu razón en su llanto y tu bondad en sus suspiros.
Al que has de castigar con obras, no trates mal con palabras, pues le basta al desdichado la pena del suplicio, sin la añadidura de las malas razones,
Al culpado que cayere debajo de tu jurisdicción, considérale hombre miserable, sujeto a las condiciones de la depravada naturaleza nuestra, y, en todo cuanto fuere de tu parte, sin hacer agravio a la contraria, muéstrate piadoso y clemente; porque aunque los tributos de Dios todos son iguales, más resplandece y campea, a nuestro ver, el de la misericordia que el de la justicia.
Si estos preceptos y estas reglas sigues, Sancho, serán luengos tus días, tu fama será eterna, tus premios colmados, tu felicidad indecible; casarás tus hijos como quisieres; títulos tendrán ellos y tus nietos; vivirás en paz y beneplácito de las gentes, y, en los últimos pasos de la vida, te alcanzará el de la muerte en vejez suave y madura, y cerrarán tus ojos las tiernas y delicadas manos de tus terceros netezuelos. Esto que hasta aquí te he dicho son documentos que han de adornar tu alma
Gracias por compartir
MELITA
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De: JADEmuj |
Enviado: 27/08/2011 05:28 |
OPSSSSSS, JOSÉ, APARTE DE FELICITARTE POR TODOS TUS LOGROS EN LA VIDA, (ME DÍ UN PASEÍTO POR TU PÁGINA WEBB), MUY NUTRIDA Y CON GRAN ESFUERZO DESARROLLADA... ME SORPRENDE TU MENSAJE, ES COMO SI ESTUVIERA LEYENDO: ¨CRÓNICA DE UNA MUERTE ANUNCIADA¨ QUE INCLUYE UN EPITAFIO... ME DEJÓ MUCHA DESAZÓN, NO ES ESTO, LO QUE ME AGRADA LEER, DE UNA PERSONA QUE SUPO GUERREAR CONTRA VIENTOS Y TORMENTAS, PARA MANTENER SUS PRINCIPIOS E IDEALES PUROS... SIN EMBARGO, DEBO CONFESARTE QUE ES MAGISTRAL, LA FORMA COMO HACES UNA SEMBLANZA DE TU VIDA... ESPERO GOZAR DE TUS ESCRITOS Y PRESENCIA EN ESTA CASITA, POR MUCHOOOOO TIEMPO.
TE SALUDA CON CARIÑO,
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