EL VIENTO, … EL MAR. Cual serena cinta arrolla en las olas un aroma a mujer desnuda, cubierta de sal, de arena en su cuerpo.
Mojé mis rostro en su piel y ella bebió mi figura como bendito de Dios que adoraba el viento, …el mar.
Fui pez, alta ola, sol oscuro y nube lejana en las compuertas de un océano que se hacía diluvio y danzaba lúcido en la proa del vientre.
Para entonces anhelé el viento, …y fui el mar.
*Gustavo Teneche
SORBER. |