Tu felicidad te la haces tú. La creas cada día, dedícate a disfrutar cada instante.
¿Que te faltan muchas cosas y tienes límitaciones?
No centres tu mente en lo que no tienes. Sino en todo lo que posees (que creo es mucho), tener más no significa necesariamente ser más o menos feliz: depende de tu propia actitud, si se es coherente con la vida y se cultiva la mente, los afectos y el cuerpo y no se pierde jamás el sentido del humor.
La alegría es el mejor euforizante, tu mejor medicina, y tus palabras las más importantes, ya que con ellas puedes construir o destruir. Y si además vives el día a día, sin permitirle al pasado que te haga sentir mal ni que el futuro te preocupe más de lo sensato, será facíl, o al menos para los pesimistas, menos difícil.
Ponte unos anteojos inteligentes, (y tu lo eres ) los positivos, los de sabiduría. Todo será para ti según el cristal con que lo mires, ¡ah!, pero también, decántate por ser útil a quien lo necesita, por los hábitos saludables y por el disfrute de lo que tienes y ya eres, supera los sentimientos negativos.
Ten claro que el sufrimiento y la adversidad forman parte de la vida y no te sorprendas de que ellas te visiten de vez en cuando. Pero recuerda son más los días felices. Y eso cuenta.
Pensamientos que nos hacen más optimistas.
UN BESITO.