XXVII DOMINGO ORDINARIO
Domingo 2 de octubre/2011
Primera lectura
Del libro del profeta Isaías.: 5, 1-7
Voy a cantar, en nombre de mi amado, una canción a su viña. Mi amado tenía una viña en una ladera fértil. Removió la tierra, quitó las piedras y plantó en ella vides selectas; edificó en medio una torre y excavó un lagar. Él esperaba que su viña diera buenas uvas, pero la viña dio uvas agrias.
Ahora bien, habitantes de Jerusalén y gente de Judá, yo les ruego, sean jueces entre mi viña y yo. ¿Qué más pude hacer por mi viña, que yo no lo hiciera? ¿Por qué cuando yo esperaba que diera uvas buenas, las dio agrias?
Ahora voy a darles a conocer lo que haré con mi viña; le quitaré su cerca y será destrozada. Derribaré su tapia y será pisoteada. La convertiré en un erial, nadie la podará ni le quitará los cardos, crecerán en ella los abrojos y las espinas, mandaré a las nubes que no lluevan sobre ella.
Pues bien, la viña del Señor de los ejércitos es la casa de Israel, y los hombres de Judá son su plantación preferida.
El Señor esperaba de ellos que obraran rectamente y ellos, en cambio, cometieron iniquidades; Él esperaba justicia y sólo se oyen reclamaciones.
Palabra de Dios.
¡Te alabamos, Señor!.
Salmo responsorial 79
R/. “La viña del Señor es la casa de Israel”.
Señor, tú trajiste de Egipto una vid, arrojaste de aquí a los paganos y la plantaste; ella extendió sus sarmientos hasta el mar y sus brotes llegaban hasta el río.
R/.“La viña del Señor es la casa de Israel”.
Señor, ¿por qué has derribado su cerca, de modo que puedan saquear tu viña los que pasan, pisotearla los animales salvajes, y las bestias del campo destrozarla?
R/.“La viña del Señor es la casa de Israel”.
Señor, Dios de los ejércitos, vuelve tus ojos; mira tu viña y visítala; protege la cepa plantada por tu mano, el renuevo que tú mismo cultivaste.
R/.“La viña del Señor es la casa de Israel”.
Ya no nos alejaremos de ti; consérvanos la vida y alabaremos tu poder. Restablécenos, Señor, Dios de los ejércitos, míranos con bondad y estaremos a salvo.
R/.“La viña del Señor es la casa de Israel”.
Segunda lectura
De la carta del apóstol san Pablo a los filipenses: 4, 6-9
Hermanos: No se inquieten por nada; más bien presenten en toda ocasión sus peticiones a Dios en la oración y la súplica, llenos de gratitud. Y que la paz de Dios, que sobrepasa toda inteligencia, custodie sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.
Por lo demás, hermanos, aprecien todo lo que es verdadero y noble, cuanto hay de justo y puro, todo lo que es amable y honroso, todo lo que sea virtud y merezca elogio.
Pongan por obra cuanto han aprendido y recibido de mí, todo lo que yo he dicho y me han visto hacer; y el Dios de la paz estará con ustedes.
Palabra de Dios
¡Te alabamos, Señor!.
ACLAMACIÓN antes del evangelio (cfr. Jn 15, 16)
R/. “Aleluya, aleluya”.
Yo los he elegido del mundo, dice el Señor, para que vayan y den fruto y su fruto permanezca.
R/.“Aleluya, aleluya”.
Proclamación Del santo Evangelio según san Mateo: 21, 33-43
¡gloria a ti, señor!
En aquel tiempo, Jesús dijo a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo esta parábola:
"Había una vez un propietario que plantó un viñedo, lo rodeó con una cerca, cavó un lagar en él, construyó una torre para el vigilante y luego lo alquiló a unos viñadores y se fue de viaje.
Llegado el tiempo de la vendimia, envió a sus criados para pedir su parte de los frutos a los viñadores; pero éstos se apoderaron de los criados, golpearon a uno, mataron a otro y a otro más lo apedrearon.
Envió de nuevo a otros criados, en mayor número que los primeros, y los trataron del mismo modo.
Por último, les mandó a su propio hijo, pensando: ‘A mi hijo lo respetarán'. Pero cuando los viñadores lo vieron, se dijeron unos a otros:
'Éste es el heredero. Vamos a matarlo y nos quedaremos con su herencia'. Le echaron mano, lo sacaron del viñedo y lo mataron.
Ahora, díganme: cuando vuelva el dueño del viñedo, ¿qué hará con esos viñadores?". Ellos le respondieron:
"Dará muerte terrible a esos desalmados y arrendará el viñedo a otros viñadores, que le entreguen los frutos a su tiempo".
Entonces Jesús les dijo:
"¿No han leído nunca en la Escritura: La piedra que desecharon los constructores, es ahora la piedra angular. Esto es obra del Señor y es un prodigio admirable?
Por esta razón les digo que les será quitado a ustedes el Reino de Dios y se le dará a un pueblo que produzca sus frutos".
Palabra del Señor.
¡Gloria a ti, Señor Jesús!.
Meditación
Para nosotros como creyentes y seguidores de Jesús, para la estructura religiosa de la cual formamos parte, está dirigida también esta parábola.
Por muchos medios Dios nos envía "mensajeros" para que hagamos ver nuestros frutos; con todo, muchas veces hacemos el papel de los dirigentes religiosos judíos, más preocupados por la ortodoxia que por nuestra conversión, a veces enjuiciamos a personas o grupos que por pura fidelidad al Evangelio se salen de lo estipulado, de lo mandado, poniendo por delante a las personas antes que a las estructuras, la libertad y la conciencia de los individuos antes que la ley y la norma.
Es saludable revisar nuestras actitudes respecto a la Palabra de Dios. Tomémosla como el mensajero que viene de parte del dueño de la vid a pedirnos cuentas de los frutos.
¿Cuántas veces hemos respondido como debería ser? ¿Cuántas veces nuestra respuesta al Señor que nos exige justicia, verdad, solidaridad, amor fraterno, "misericordia y no sacrificios" (Mt 9,13;12,7;Os 6,6), han sido en realidad piedras y palos?
Padre Juan Alarcón Cámara S.J.
Por la lectura del santo evangelio, sean perdonados nuestros pecados.
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