DOMINGO 16 DE OCTUBRE/2011
PRIMERA LECTURA.
DEL LIBRO DEL PROFETA ISAÍAS: 45, 1. 4-6
Así habló el Señor a Ciro, su ungido, a quien ha tomado de la mano para someter ante él a las naciones y desbaratar la potencia de los reyes, para abrir ante él los portones y que no quede nada cerrado:
"Por amor a Jacob, mi siervo, y a Israel, mi escogido, te llamé por tu nombre y te di un título de honor, aunque tú no me conocieras.
Yo soy el Señor y no hay otro; fuera de mí no hay Dios. Te hago poderoso, aunque tú no me conoces, para que todos sepan, de oriente a occidente, que no hay otro Dios fuera de mí. Yo soy el Señor y no hay otro.
PALABRA DE DIOS.
¡TE ALABAMOS, SEÑOR!.
SEGUNDA LECTURA
DE LA PRIMERA CARTA DEL APÓSTOL SAN PABLO A LOS TESALONICENSES: 1, 1-5
Pablo, Silvano y Timoteo deseamos la gracia y la paz a la comunidad cristiana de los tesalonicenses, congregada por Dios Padre y por Jesucristo, el Señor.
En todo momento damos gracias a Dios por ustedes y los tenemos presentes en nuestras oraciones. Ante Dios, nuestro Padre, recordamos sin cesar las obras que manifiestan la fe de ustedes, los trabajos fatigosos que ha emprendido su amor y la perseverancia que les da su esperanza en Jesucristo, nuestro Señor.
Nunca perdemos de vista, hermanos muy amados de Dios, que Él es quien los ha elegido.
En efecto, nuestra predicación del Evangelio entre ustedes no se llevó a cabo sólo con palabras, sino también con la fuerza del Espíritu Santo, que produjo en ustedes abundantes frutos.
PALABRA DE DIOS.
¡TE ALABAMOS, SEÑOR!.
PROCLAMACIÓN DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO: 22,15-21
¡GLORIA A TI, SEÑOR!
En aquel tiempo, se reunieron los fariseos para ver la manera de hacer caer a Jesús, con preguntas insidiosas, en algo de que pudieran acusarlo.
Le enviaron, pues, a algunos de sus secuaces, junto con algunos del partido de Herodes, para que le dijeran:
"Maestro, sabemos que eres sincero y enseñas con verdad el camino de Dios, y que nada te arredra, porque no buscas el favor de nadie. Dinos, pues, qué piensas: ¿Es lícito o no pagar el tributo al César?".
Conociendo Jesús la malicia de sus intenciones, les contestó:
"Hipócritas, ¿por qué tratan de sorprenderme? Enséñenme la moneda del tributo".
Ellos le presentaron una moneda. Jesús les preguntó:
"¿De quién es esta imagen y esta inscripción?".
Le respondieron:
"Del César".
Y Jesús concluyó: "Den, pues, al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios".
PALABRA DEL SEÑOR.
¡GLORIA A TI, SEÑOR JESÚS!.
MEDITACIÓN
El dilema que plantean al Señor Jesús parece demoledor. Tanto la respuesta negativa como la afirmativa le acarrearían contratiempos ante los bandos opuestos.
Los partidarios de la colaboración con Roma lo acusarían de insubordinación, mientras que los defensores celosos de la soberanía exclusiva de Dios, lo calificarían de colaboracionista.
El Señor Jesús no se Intimidó ante el desafío, resistió imperturbable y argumentó con gran finura desbaratando la estrategia falaz de sus acusadores.
En su respuesta Jesús reconoce el derecho del emperador, pero pone el derecho de Dios por encima del derecho del emperador:
la moneda muestra la inscripción del emperador, pero nosotros somos la imagen de Dios.
A través de su respuesta Jesús les pone frente a una demanda:
"¿Dan ellos a Dios lo que se merece?" ¿Acaso lo que Él merece, no es fe en su Hijo?
En la profecía de Isaías, resuena un mensaje de gran esperanza:
Dios conduce la historia y hace surgir colaboradores dispuestos a reconocer su señorío universal.
De ese amigable proyecto de salvación, Dios hará partícipes a los tesalonicenses y a todos los hombres y mujeres que acojan el mensaje cristiano.
POR LA LECTURA DEL SANTO EVANGELIO, SEAN PERDONADOS NUESTROS PECADOS.
¡AMÈN!
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