LUNES 24 DE OCTUBRE/2011
PRIMERA LECTURA
DE LA CARTA DEL APÓSTOL SAN PABLO A LOS ROMANOS: 8, 12-17
Hermanos:
Nosotros no estamos sujetos al desorden egoísta del hombre, para hacer de ese desorden nuestra regla de conducta. Pues si ustedes viven de ese modo, ciertamente serán destruidos.
Por el contrario, si con la ayuda del Espíritu destruyen sus malas acciones, entonces vivirán.
Los que se dejan guiar por el Espíritu de Dios, ésos son hijos de Dios.
No han recibido ustedes un espíritu de esclavos, que los haga temer de nuevo, sino un espíritu de hijos, en virtud del cual podemos llamar Padre a Dios.
El mismo Espíritu Santo, a una con nuestro propio espíritu, da testimonio de que somos hijos de Dios. Y si somos hijos, somos también herederos de Dios y coherederos con Cristo, puesto que sufrimos con Él para ser glorificados junto con Él.
PALABRA DE DIOS.
¡TE ALABAMOS, SEÑOR!.
DEL SALMO 67
R/. Bendito sea el Señor, que nos salva.
Cuando el Señor actúa, sus enemigos se dispersan y huyen ante su faz los que lo odian. Ante el Señor, su Dios, gocen los justos y salten de alegría. R/. Bendito sea el Señor, que nos salva.
Porque el Señor, desde su templo santo, a huérfanos y viudas da su auxilio; Él fue quien dio a los desvalidos casa, libertad y riqueza a los cautivos.
R/. Bendito sea el Señor, que nos salva.
Bendito sea el Señor, día tras día, que nos lleve en sus alas y nos salve. Nuestro Dios es un Dios de salvación, porque puede libramos de la muerte.
R/. Bendito sea el Señor, que nos salva.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO (cfr. Jn 17, 17)
R/. Aleluya, aleluya. Tu palabra, Señor, es la verdad; santifícanos en la verdad.
R/. Aleluya, aleluya.
PROCLAMACION DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS: 13, 10-17
¡GLORIA A TI, SEÑOR!
Un sábado, estaba Jesús enseñando en una sinagoga. Había ahí una mujer que llevaba dieciocho años enferma por causa de un espíritu malo. Estaba encorvada y no podía enderezarse. Al verla, Jesús la llamó y le dijo: "Mujer, quedas libre de tu enfermedad". Le impuso las manos y, al instante, la mujer se enderezó y empezó a alabar a Dios.
Pero el jefe de la sinagoga, indignado de que Jesús hubiera hecho una curación en sábado, le dijo a la gente:
"Hay seis días de la semana en que se puede trabajar; vengan, pues, durante esos días a que los curen y no el sábado".
Entonces el Señor dijo:
"¡Hipócritas! ¿Acaso no desata cada uno de ustedes su buey o su burro del pesebre para llevarlo a abrevar, aunque sea sábado? Y a esta hija de Abraham, a la que Satanás tuvo atada durante dieciocho años, ¿no era bueno desatarla de esa atadura, aun en día de sábado?".
Cuando Jesús dijo esto, sus enemigos quedaron en vergüenza; en cambio, la gente se alegraba de todas las maravillas que Él hacía.
PALABRA DEL SEÑOR.
GLORIA A TI, SEÑOR JESÚS.
MEDITACIÒN
El evangelio nos presenta un nuevo caso de enfrentamiento entre Jesús y la dirigencia religiosa judía a causa de una curación cuyo sentido es cuestionar profundamente dos instituciones de su pueblo: la sinagoga y el sábado.
Es sábado, y como buen judío, Jesús asiste a la sinagoga y, además enseña.
No era extraño que cualquier judío asistente fuera invitado a hacer alguna de las lecturas de la Escritura y si quería decir algo o explicitar algo de lo leído podía hacerlo
Como en otros días de sábado que Lucas nos narra, Jesús no se detiene a explicar un pasaje, ni se queda en palabras vacías de contenido; la enseñanza de este sábado parte de un hecho concreto, una obra que sólo puede realizar Dios en un mismo momento:
Palabra y acción como una única realidad operante. Esta palabra y su correspondiente acción recaen hoy sobre una mujer que hace dieciocho años permanece encorvada, según el modo de pensar de la época, a causa de Satanás.
Jesús hace que se ponga en el centro de la sinagoga. Las mujeres y los niños tenían su propio espacio, no propiamente en el centro, tanto en el templo como en la sinagoga....
el relato indica que estamos ante una disputa de Jesús con sus oponentes. Nótese la intervención del arquisinagogo y la respuesta contundente de Jesús que no deja lugar a la réplica del contrincante
En esta disputa queda descubierta la hipocresía y el grado de deshumanización a que llegado el rigor del legalismo judío. Hay mayor preocupación por un animal que por un ser humano.
Cuando se pierde el espíritu de la norma, todos los valores se confunden, se pierde la capacidad de juicio y, en definitiva se llega al grado de esclavitud de esa misma norma.
La mujer encorvada es, entones, símbolo de todo un pueblo que por varios siglos ha vivido sometido a la tiranía de unos dirigentes que en nombre de Dios ha impuesto a la gente tal cantidad de normas leyes hasta doblegarlo, encorvarlo.
Una vez más con relatos como este, Lucas establece el señorío absoluto de Jesús sobre el sábado y en fin sobre todas las instituciones judías incluida la misma ley, lo cual debe ser vivido también al interior de la comunidad.
Con este signo quedan en entredicho todas las instituciones y normas que no permitan en la práctica la vivencia de la libertad, que marginen así sea sutilmente a cualquier persona por causa de su color, sexo, condición social, credo.
Una vez más Jesús demuestra en la práctica lo que ya había anunciado en otra sinagoga de Galilea:
no se hizo el ser humano para el sábado, sino el sábado para el ser humano (Mc 2,27)
POR LA LECTURA DEL SANTO EVANGELIO, SEAN PERDONADOS NUESTROS PECADOS.
¡AMÉN!
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