JUEVES 27 DE OCTUBRE/2011
Primera lectura
De la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 8, 31-35. 37-39
Hermanos:
Si Dios está a nuestro favor, ¿quién estará en contra nuestra? El que no nos escatimó a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no va a estar dispuesto a dárnoslo todo, junto con su Hijo?
¿Quién acusará a los elegidos de Dios? Si Dios mismo es quien los perdona, ¿quién será el que los condene? ¿Acaso Jesucristo, que murió, resucitó y está a la derecha de Dios para interceder por nosotros?
¿Qué cosa podrá apartarnos del amor con que nos ama Cristo? ¿Las tribulaciones? ¿Las angustias? ¿La persecución? ¿El hambre? ¿La desnudez? ¿El peligro? ¿La espada? Ciertamente de todo esto salimos más que victoriosos, gracias a Aquel que nos ha amado; pues estoy convencido de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los demonios, ni el presente ni el futuro, ni los poderes de este mundo, ni lo alto ni lo bajo, ni creatura alguna podrá apartarnos del amor que nos ha manifestado Dios en Cristo Jesús.
Palabra de Dios.
¡Te alabamos, Señor!.
PROCLAMACION Del santo Evangelio según san Lucas: 13, 31-35
¡GLORIA A TI, SEÑOR!
En aquel tiempo, se acercaron a Jesús unos fariseos y le dijeron:
"Vete de aquí, porque Herodes quiere matarte". Él les contestó:
"Vayan a decirle a ese zorro que seguiré expulsando demonios y haciendo curaciones hoy y mañana, y que al tercer día terminaré mi obra.
Sin embargo, hoy, mañana y pasado mañana tengo que seguir mi camino, porque no conviene que un profeta muera fuera de Jerusalén.
¡Jerusalén, Jerusalén, que matas y apedreas a los profetas que Dios te envía! ¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos, como la gallina reúne a sus pollitos bajo las alas, pero tú no has querido!
Así pues, la casa de ustedes quedará abandonada.
Yo les digo que no me volverán a ver hasta el día en que digan:
'¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!' ".
Palabra del Señor.
¡Gloria a ti, Señor Jesús!.
MEDITACIòN
Nadie apartará a Jesús de su determinación de subir a Jerusalén Las amenazas en su contra se multiplican hasta formar parte del dominio público.
La gente sabe que Herodes planea matar a Jesús y se anticipan a informárselo.
La vida de Jesús avanza por el camino de la continua redención.
Hoy Jesús lucha contra el mal que se ha encarnado en la existencia humana, en las personas e instituciones que viven sólo para el lucro y la explotación, que no hacen más que dañar el proyecto que Dios tiene para todos sus hijos dispersos por el mundo.
Mañana sana los corazones rotos, las esperanzas perdidas, la vida despreciada.
Pasado mañana nos redime con el sello inconfundible y definitivo de la Cruz.
Por esta razón Jesús no teme a Herodes, ni tampoco es un temerario que arriesgue la vida de los que le siguen.
Sin dejarse intimidar, marcha hacia el acontecimiento glorioso en el que la comunidad lo reconozca como enviado de Dios, como Hijo Amado y como Redentor.
La salvación acontece en la vida cotidiana. Allí debemos luchar contra el mal que se apodera de nuestras mentes y las enajena.
Allí mismo encontramos las terapias alternativas con las que Jesús libera nuestro corazón y rompe las ataduras de nuestra voluntad.
Allí acontece el paso de Dios que salva, libera y redime.
POR LA LECTURA DEL SANTO EVANGELIO, SEAN PERDONADOS NUESTROS PECADOS.
¡AMÉN!