James Bond entró a un bar y se sienta al lado de una de esas morochas increíbles que sólo aparecen en sus películas.
La miró a ella y miró su reloj.
Ella le preguntó:
- ¿Está esperando a una mujer impuntual?.
- No - respondió Bond - Me dieron este reloj high tech y estoy probándolo.
- ¿Ah, sí?. ¿Y qué tiene de especial? - pregunta la mujer, curiosa.
- Usa ondas alfa y gama para envíarme mensajes directamente a mi mente.
- ¿Y qué le está indicando ahora? - preguntó ella, intrigada.
- Me indica que usted está sin bombacha ni sostén.
La mujer sonrió y le respondió:
- Pues su reloj no funciona. Tengo puestas ambas prendas.
James Bond sacudió el aparatito, le dio unos golpecitos y dijo:
- Caramba, está adelantado media HORA.