TERCER lunes DE ADVIENTO. DIC.12/11
NUESTRA SEÑORA DE GUADALUPE, PATRONA PRINCIPAL DE MÉXICO, DE AMÉRICA LATINA Y DE LAS ISLAS FILIPINAS
primera lectura
Del libro del profeta Isaías: 7,10-14
En aquellos tiempos, el Señor le habló a Ajaz diciendo:
"Pide al Señor, tu Dios, una señal de abajo, en lo profundo o de arriba, en lo alto". Contestó Ajaz:
"No la pediré. No tentaré al Señor".
Entonces dijo Isaías:
"Oye, pues, casa de David: ¿No satisfechos con cansar a los hombres, quieren cansar también a mi Dios? Pues bien, el Señor mismo les dará por eso una señal:
He aquí que la virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrán el nombre de Emmanuel, que quiere decir Dios-con-nosotros".
Palabra del Señor.
¡Gloria a ti, Señor Jesús!.
Segunda lectura
Del libro del Sirácide (Eclesiástico): 24, 23-31
Yo soy como una vid de fragantes hojas y mis flores son producto de gloria y de riqueza.
Yo soy la madre amor, del temor, del conocimiento y de la santa esperanza. En mí está toda la gracia del camino y de la verdad, toda esperanza de vida y de virtud.
Vengan a mí, ustedes, los que me aman y aliméntense de mis frutos. Porque mis palabras son más dulces que la miel y mi heredad, mejor que los panales.
Los que me coman seguirán teniendo hambre de mí, los que me beban seguirán teniendo sed de mí; los que me escuchan no tendrán de qué avergonzarse y los que se dejan guiar por mí no pecarán. Los que me honran tendrán una vida eterna.
Palabra de Dios.
¡Te alabamos, Señor!.
Tercera lectura
De la carta del apóstol san Pablo a los gálatas: 4, 4-7
Hermanos:
Al llegar la plenitud de los tiempos, envió Dios a su Hijo, nacido de una mujer, nacido bajo la ley, para rescatar a los que estábamos bajo la ley, a fin de hacernos hijos suyos.
Puesto que ya son ustedes hijos, Dios envió a sus corazones el Espíritu de Su Hijo, que clama: "¡Abba!, es decir, ¡Padre! Así que ya no eres siervo, sino hijo; y siendo hijo, eres también heredero por voluntad de Dios.
Palabra de Dios.
¡Te alabamos, Señor!.
ACLAMACIÓN (Lc 1, 47)
R/. Aleluya, aleluya.
Mi alma glorifica al Señor y mi espíritu se llena de júbilo en Dios, mi salvador.
R/. Aleluya, aleluya.
Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre. R.- Aleluya, aleluya.
Proclamaciòn Del santo Evangelio según san Lucas: 1, 39-48
¡gloria a ti, señor!
En aquellos días, María se encaminó presurosa a un pueblo de las montañas de Judea y, entrando en la casa de Zacarías, saludó a Isabel. En cuanto ésta oyó el saludo de María, la criatura saltó en su seno.
Entonces Isabel quedó llena del Espíritu Santo y, levantando la voz, exclamó: "¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a verme? Apenas llegó tu saludo a mis oídos, el niño saltó de gozo en mi seno. Dichosa tú, que has creído, porque se cumplirá cuanto te fue anunciado de parte del Señor".
Entonces dijo María: "Mi alma glorifica al Señor y mi espíritu se llena de júbilo en Dios, mi salvador, porque puso sus ojos en la humildad de su esclava".
Palabra del Señor.
¡Gloria a ti, Señor Jesús!.
Meditación
Las lecturas han sido engarzadas cuidadosamente por la mirada atenta de una comunidad dispuesta a celebrar la maternidad de María Virgen.
Para experimentar la cercanía de Dios, el profeta Isaías anuncia el nacimiento de un descendiente del rey Ajab.
Dios hace patente Su Amor por Su pueblo, eligiendo a la familia de José y María para que acogieran a Jesús, presencia cercanísima del amor compasivo del Padre.
En las dolorosas circunstancias históricas en que se confrontaron los pobladores originarios de estas tierras con los conquistadores españoles, la Virgen. Madre, asumió los gestos, el lenguaje y el color de aquella gente, para ofrecerse y revelarse como Madre de la compasión que dignifica y de la esperanza que dinamiza.
¡viva la virgen de Guadalupe!
¡viva nuestra Morenita!
Por la lectura del santo evangelio, sean perdonados nuestros pecados
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