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De: SORBER (Mensaje original) |
Enviado: 20/01/2012 12:41 |
UN PEQUEño RELATO...
Ella era la chica solitaria del bar, aquella a la que siempre me encontraba el mismo día y a la misma hora, siempre, en la misma situación. Le gustaba sentarse separada de los demás, junto a aquella vieja máquina de música con algunas canciones viejas, y que dudo que aún funcione. Me gustaba como la encontraba al entrar, su café aún caliente, sus ojos perdidos mirándolo mientras lo movía lentamente... Su cara mostraba una expresión de melancolía, cómo si esperara a alguien. Yo, solía ir a la misma hora, el mismo día de la semana, y siempre la había visto allí, con su café bien caliente, y su mirada perdida.
Un día le pregunté a la camarera de allí, la cual tenía conmigo plena confianza después de muchas tardes pasando por allí, incluso a veces me tenía preparado mi café con leche y mucha aZucar, que sabe que me encantaba, pero siempre me decía lo mismo: sólo se que le gusta el café solo y sin aZucar. Yo casí siempre me sentaba justo frente a ella, con unas mesas entremedio, y tomaba mi café observandola sin que ella me viera.
Creo recordar que ella siempre levantaba la cabeZa cuando yo entraba, me miraba fijamente a los ojos durante unos seguntos mientras yo aguantaba sin bajar la vista avergonZado, y su expresión se tornaba algo diferente; para luego volver a mirar su café.
Siempre estaba sóla, al igual que yo, creo que le gustaba tomar un buen café en tranquilidad, y saborearlo sorbo a sorbo. Aunque un día decidí en veZ de sentarme en la mesa de siempre, dirigírme hacia ella.
Ella se puso nerviosa. Yo,me acerqué primero a la máquina vieja de música. Puse mi café encima de ella, mientras buscaba una moneda para poner algo de música tranquila. Al parecer la máquina no era tan vieja como suponía y tenían una canción que me gustaba mucho, Norah Jones - Sunrise, la cual seleccioné sin dudar. Mientras, ella seguía mirándome de reojo, y estaba más nerviosa todavía. Yo, volví a coger mi café y en veZ de dirigirme a sentarme a mi lugar de siempre, me giré, puse el café junto al suyo y me senté frente a ella.
- Hola, ¿esperas a alguien? - Mientras mostraba una sonrisa.
- Hola, te esperaba a tí, ¿por qué has tardado tanto? - dijo como pidiendo una explicación
- Lo siento... no sabía que me esperabas a mí.
SORBER. |
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SORBER, QUE LINDO RELATO, UNO NUNCA SABE DONDE DOS SERES HUMANOS ENCONTRARÁN EL AMOR, MUY BELLO
TU AMIGA,
MONCHI |
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Realmente, bello tu relato Sorber, muchas parejas se conocen así, y luego
al matrimonio...!!!!
Gracias por compartir aquí con nosotros,
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