TU MIRADA Y LA MÍA
Ayer no pude mirarme
en tus ojos, dulce amada.
No dejan de vigilarme,
otros ojos, mi mirada
Por eso nunca creí
que tu ojos se fijaran
en otro, y no en mí,
cada ves que tu miraras
Así, de lejos, mis ojos
siguen fijos en los tuyos,
ocultando los enojos
de lastimados orgullos.
Las miradas a escondidas
en el silencio, se entienden.
al no ser correspondidas
el martirio no comprenden...
Cuando vuelvas a mi lado,
y veas que no te siguen,
sabrás por que, enamorado,
mis miradas te persiguen...
Oscar Jiménez Efrez
(Oscar)
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