Dios es PODER! y desde el momento en que todos formamos un TODO en ese TODO está Dios, podemos comprender que somos PODEROSOS, que tenemos PODER, y de este principio vital y eterno, deriva la sabiduría, el conocimiento y la manifestación divina del Supremo Creador del Universo.
A Dios llámalo... ¡como quieras!, lo único seguro, es que siempre
encontrarás en Él: amor, bondad, luz, justicia, libertad, igualdad, y en especial PODER, y de este principio se manifiesta la esencia, presencia y potestad de Dios.
Somos parte de ese Poder y por lo mismo, tenemos Poder. Existe una vida individual, y por lo mismo una fuente generadora de esa vida.
Existe sabiduría y por lo mismo es ineludible que de ella brote un torrente de omnisciencia.
Cada acto de nuestra conducta y cada hecho de la naturaleza está controlado, guiado y protegido por estas leyes infalibles del Universo.
De Dios venimos, en Dios vivimos y a Él debemos nuestro ser y todo lo que somos.
Todo lo tienes porque eres emanación de Dios. Dios crea, forma y rige a todo acto, hecho o fenómeno por medio de externas leyes naturales cósmicas.
Aceptar las leyes cósmicas es aceptar, tener y gozar el poder Supremo.
Dios es manifestado en eternas e inmutables leyes universales, cósmicas y naturales, en todas partes, y para todo lo creado, así como también para todos aquellos seres humanos que nos gobiernan.
Nunca olvides que ¡TÚ ERES PODER!, porque TÚ eres parte del
TODO PODEROSO.
Louise L. Hay