SALUD
La salud es un regalo divino de nuestro Creador para nosotros los humanos, pero la rechazamos cuando nos enfermamos, por lo que, la enfermedad como tal, es una ofensa contra Dios.
Como Dios es el Supremo Creador del BIEN y de la PERFECCIÓN, crea igualmente a la salud y ofrece para obtenerla y mantenerla, a la mente humana, que es una de sus tantas obras perfectas, dándonos poder a nosotros, su imagen y semejanza, para poder obtener y utilizar la naturaleza creada por Él, para sus hijos los humanos, para nuestro beneficio; y así también a los seres orgánicos, de acuerdo a las leyes naturales, universales, cósmicas e inquebrantables.
La naturaleza es sinónimo de salud, porque nutre y sana. La salud elimina y rechaza toda materia morbosa del organismo.
La salud siendo buena, benéfica, provechosa y productiva, es una manifestación divina, para estar bien y actuar bien todos los días de nuestra existencia aquí en la Tierra. Para que la salud se manifieste en tu diario vivir, pon en actividad tu mente y contacta al Supremo Creador, piensa en la salud intensamente, imagínatela, conceptualízala, y realiza todos los hechos y actos operativos necesarios, para que lleguen a tu mente, y la salud ¡llegará! ¡no lo dudes!
Busca la salud como a un tesoro invaluable, como una forma de vida, para que estés siempre sano. La mente, en su poder de creación, todo lo puede, y en consecuencia, si quieres tener y conservar un cuerpo sano, fuerte y vigoroso, ¡todo depende de ti!, sólo ten presente que: la naturaleza cura sin dañar, que nuestra mente como fuente de poder, ¡todo lo puede! ¡Piensa bien, y en el bien, y todo lo alcanzarás! Piensa en la salud y... ¡LA TENDRÁS!
Louise L. Hay
Ketty
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