VIVE...
Observa detenidamente todo a tu alrededor, sorpréndete y aprende, adopta el ritmo de la vida, degústala y vívela con entusiasmo y agradecimiento, sin preocuparte y sin cuestionarte tanto.
Si tenemos el regalo de estar vivos, aprendamos a estar concientes y atentos, disfrutando en paz y armonía de lo que segundo a segundo y de manera generosa, nos ofrece la vida: un amanecer, la sonrisa de nuestro hijo, la satisfacción de una meta lograda, un helado, el ayudar a un amigo, un delicioso sándwich, un baño de agua caliente, una palmadita en la espalda ese día que tanto lo necesitábamos, ese dinero extra que cayó del cielo, nuestra pareja que nos acompaña a compartir la vida, ese maravilloso cuerpo que tenemos y del cual a veces no nos sentimos orgullosos, de este estupendo país en el que nacimos y del cual a veces renegamos, el placer del trabajo bien hecho... y de miles de bendiciones que constantemente llueven sobre nosotros cada día y que lamentablemente muchas veces no podemos reconocer al estar preocupados por el pasado o por el futuro.
Usualmente miramos y sólo vemos las rodillas de la jirafa.
¡Levantemos nuestra vista! y observemos el gran milagro que tenemos enfrente, con la certeza de que la vida funciona de una manera sabia, justa y equilibrada, siempre a favor de nosotros, aunque no seamos concientes de ello. Lo que hoy no tiene ninguna razón, mañana nos parecerá totalmente lógico y comprensible.
Desconozco el autor
Ketty
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