SE FUÉ A LOS 97 AÑOS
Mi viejita llegó
al final de su camino
y se fué, al más allá
con su paso tan cansino.
Ha viajado a lo profundo
de si misma, a la eternidad...
Puedo ver con tristeza
que la muerte llega
y nos lleva, sin preguntar.
En silencio fué su partida
quedó el corazón dolorido
por tan repentina despedida.
De espíritu luchador
que a la vida se aferraba
pero Dios desde el cielo
a su lado la llamaba.
Cuando la vida acaba
el corazón lanza un grito
un grito de tristeza
dejándonos el peso
de una sombra en la frente
nos duele su partida
ahora y para siempre.
Recuerdo sus ojos
su forma de ser
risueña y con labia
con tantos años en su haber!!!
A veces rezongona
debido a su edad
experta en la cocina
forjadora de sueños
navegando por ese mar
inmenso de la vida
con gran fuerza
y decidida!!!
Dejó grandes huellas
y buenos recuerdos
en las mentes
de quienes la amaron
y respetaron.
Con su lento caminar
en su rostro reflejaba
el tiempo vivido
que aunque pleno
a veces fué sufrido.
Mi alma está rendida
porque adentro va la herida
que no deja de sangrar
y por ahora soy
incapaz de olvidar.
Me deja recuerdos
caricias y besos
que nunca se olvida
por más que la muerte
se lleve lo lindo
que ella compartía.
Sé que en el cielo duerme
al lado de Dios ha de estar
esperaré tranquila el día
en que nos volvamos a encontrar.
Estas no son solo palabras
sino el profundo sentir
de mis sentimientos
porque me duele pensar
que ya es solo un recuerdo.
LEONOR
JUNIO, 2010