Querido Dios: Hasta este momento mi día es bueno: - No he chismeado; - No he perdido la paciencia; - No he estado malhumorada ni sarcástica; - He controlado mi tensión nerviosa; - No me he puesto sentimental, ni me he sentido culpable; - No he reclamado; - No he maldecido; - No he gritado; - No he comido chocolate; - Tampoco he usado mi tarjeta de crédito, ni comprado cosas que no necesito
Pero pido tu protección, Señor. ¡porque... ¡estoy a punto de levantarme de la cama en cualquier momento!
¡¡¡AMÉN!!!
DE
flaquis para la sala
tiern@ |