TORRE, CIGÜEÑA Y CAMPANA
En la torre del campanario hay un nido de cigüeñas
con tres huevos. Mamá cigüeña ha ido a buscar comida,
dejando los huevos solos, pero vigilados de cerca por
la vieja campana de bronce, muda desde hace altos,
porque nadie sube a tocarla.
Pasan las horas, y los huevos empiezan a moverse.
De cada uno de ellos asoma un pequeño pico que va
rompiendo la cascara poco a poco.
De pronto, nadie sabe cómo, se oye un sonido casi
olvidado por los habitantes del pueblo.
¡Gong!... ¡Gong!!... ¡Gong!!
La gente que pasaba por la calle, alza la mirada hacia
el campanario y diciendo:
¿Qué ocurre? ¿Quién toca la campana?
¡Algo malo pasa!
Efectivamente, algo malo va a pasar. De los huevos
han salido las tres pequeñas cigüeñas que, al verse
solas, se mueven asustadas y es tan a punto de caer
desde lo alto del campanario.
La gente, al verlo, corre de un lado a otro, gritando.
Nadie sabe cómo salvar a las cigüeñas.
Gong, la campana, sigue tocando con todas sus fuerzas.
A lo lejos, mama cigüeña ha oído la campana y volando
lo más rápido posible, llega a tiempo de salvar
a sus pequeños.
Todos en la plaza, gritan entusiasmados. ¡Seguirán teniendo
a sus queridas cigüeñas!
El alcalde toma una sabia decisión:
Abrir el campanario y poner una cuerda nueva para
poder oír todos los días las campanadas de Gong.