Sábado de la decimosexta semana del tiempo ordinario
28 de Julio del 2012
PRIMERA LECTURA DEL LIBRO DE JEREMIAS 7,1-11.
Palabra que
llegó a Jeremías de parte del Señor, en estos términos:
Párate a la puerta de la Casa del Señor, y proclama allí esta palabra. Tu
dirás:
Escuchen la palabra del Señor, todos ustedes,
hombres de Judá que entran por estas puertas para postrarse delante del Señor.
Así habla el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel:
Enmienden su conducta y sus acciones, y yo
haré que ustedes habiten en este lugar.
No se fíen de estas palabras ilusorias: "¡Aquí está el Templo del Señor,
el Templo del Señor, el Templo del Señor!".
Pero si ustedes enmiendan realmente su conducta y sus acciones, si de veras se
hacen justicia unos a otros,
si no oprimen al extranjero, al huérfano y a la viuda, si no derraman en este
lugar sangre inocente, si no van detrás de otros dioses para desgracia de
ustedes mismos,
entonces yo haré que ustedes habiten en este lugar, en el país que he dado a
sus padres desde siempre y para siempre.
¡Pero ustedes se fían de palabras ilusorias, que no sirven para nada!
¡Robar, matar, cometer adulterio, jurar en falso, quemar incienso a Baal, ir
detrás de otros dioses que ustedes no conocían!
Y después vienen a presentarse delante de mí en esta Casa que es llamada con mi
Nombre, y dicen: "¡Estamos salvados!", a fin de seguir cometiendo
todas estas abominaciones.
¿Piensan acaso que es una cueva de ladrones esta Casa que es llamada con mi Nombre?
Pero yo también veo claro -oráculo del Señor-.
PALABRA DE DIOS
¡TE ALABAMOS SEÑOR!
SALMO 84(83),3.4.5-6a.8a.11.
Mi alma se
consume de deseos
por los atrios del Señor;
mi corazón y mi carne claman ansiosos
por el Dios viviente.
Hasta el gorrión encontró una casa,
y la golondrina tiene un nido
donde poner sus pichones,
junto a tus altares, Señor del universo,
mi Rey y mi Dios.
¡Felices los que habitan en tu Casa
y te alaban sin cesar!
¡Felices los que encuentran su fuerza en ti,
al emprender la peregrinación!
ellos avanzan con vigor siempre creciente
hasta contemplar a Dios en Sión.
Vale más un día en tus atrios
que mil en otra parte;
yo prefiero el umbral de la Casa de mi Dios
antes que vivir entre malvados.
PROCLAMACION DEL SANTO EVANGELIO SEGUN
SAN MATEO 13,24-30.
¡GLORIA A TI, SEÑOR! Y les propuso
otra parábola:
"El Reino de los Cielos se parece a un
hombre que sembró buena semilla en su campo;
pero mientras todos dormían vino su enemigo, sembró cizaña en medio del trigo y
se fue.
Cuando creció el trigo y aparecieron las espigas, también apareció la cizaña.
Los peones fueron a ver entonces al propietario y le dijeron: 'Señor, ¿no
habías sembrado buena semilla en tu campo? ¿Cómo es que ahora hay cizaña en
él?'.
El les respondió: 'Esto lo ha hecho algún enemigo'. Los peones replicaron:
'¿Quieres que vayamos a arrancarla?'.
'No, les dijo el dueño, porque al arrancar la cizaña, corren el peligro de
arrancar también el trigo.
Dejen que crezcan juntos hasta la cosecha, y entonces diré a los cosechadores:
Arranquen primero la cizaña y átenla en manojos para quemarla, y luego recojan
el trigo en mi granero'".
PALABRA DEL SEÑOR
¡GLORIA A TI, SEÑOR JESUS!
MEDITACIÓN
Dios habría podido instituir una
Iglesia que fuera pura; pero predijo que la cizaña sembrada por el enemigo,
crecería con el trigo hasta la cosecha, en el fin del mundo. Afirmó que su
Iglesia sería semejante a una red de pescador "que recoge peces de todas
clases" y que no se escogen hasta el atardecer (Mt 13,47s).
Yendo más lejos todavía,
declaró que los malos y los imperfectos, le importaban más que los
buenos."Muchos son los llamados, dijo, pero pocos los escogidos" (Mt
22,14), y su apóstol dice "que subsiste un resto, elegido por gracia"
(Rm 11,5). Existe, pues sin cesar, en la historia y en la vida de los
católicos, el juego de hechos ampliamente contradictorios... Pero no nos
avergonzamos, ni escondemos el rostro entre las manos, al contrario, levantamos
nuestras manos y nuestra cara hacia nuestro Redentor.
"Como los ojos de los
esclavos fijos en las manos de sus señores..., así están nuestros ojos en el
Señor, Dios nuestro, esperando su misericordia" (Sal. 122,2)... Acudimos a
ti, juez justo, porque eres tú el que nos mira. No hacemos ningún caso a los
hombres, mientras te tenemos, a ti..., mientras tenemos tu presencia en
nuestras asambleas, tu testimonio y tu aprobación en nuestros corazones.
POR LA LECTURA DEL SANTO EVANGELIO,
SEAN PERDONADOS NUESTROS PECADOS