Miércoles de la decimoctava semana del tiempo ordinario
Agosto 8/2012
PRIMERA LECTURA, DEL LIBRO DE JEREMIAS 31,17.
En aquel tiempo -oráculo del Señor- yo seré el Dios de todas las familias de Israel y ellos serán mi Pueblo.
Así habla el Señor:
Halló gracia en el desierto el pueblo que escapó de la espada; Israel camina hacia su descanso.
De lejos se le apareció el Señor: Yo te amé con un amor eterno, por eso te atraje con fidelidad.
De nuevo te edificaré y serás reedificada, virgen de Israel; de nuevo te adornarás con tus tamboriles y saldrás danzando alegremente;
de nuevo plantarás viñas sobre los montes de Samaría: los que las planten tendrán los primeros frutos.
Porque llega el día en que los vigías gritarán sobre la montaña de Efraím:
"¡De pie, subamos a Sión, hacia el Señor, nuestro Dios!".
Porque así habla el Señor:
¡Griten jubilosos por Jacob, aclamen a la primera de las naciones! Háganse oír, alaben y digan:
"¡El Señor ha salvado a su pueblo, al resto de Israel!".
PALABRA DE DIOS.
TE ALABAMOS SEñOR!!!
SALMO
Jeremías 31,10.11-12ab.13.
¡Escuchen, naciones, la palabra del Señor,
anúncienla en las costas más lejanas!
Digan: "El que dispersó a Israel lo reunirá,
y lo cuidará como un pastor a su rebaño".
Porque el Señor ha rescatado a Jacob,
lo redimió de una mano más fuerte que él.
Llegarán gritando de alegría a la altura de Sión,
afluirán hacia los bienes del Señor, hacia el trigo,
el vino nuevo y el aceite, hacia las crías de ovejas y de vacas.
Sus almas serán como un jardín bien regado
y no volverán a desfallecer.
Entonces la joven danzará alegremente,
los jóvenes y los viejos se regocijarán;
yo cambiaré su duelo en alegría,
los alegraré y los consolaré de su aflicción.
LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGUN SAN MATEO. 15.21.28
GLORIA A TI, SEÑOR!!!
Jesús partió de allí y se retiró al país de Tiro y de Sidón.
Entonces una mujer cananea, que procedía de esa región, comenzó a gritar:
"¡Señor, Hijo de David, ten piedad de mí! Mi hija está terriblemente atormentada por un demonio".
Pero él no le respondió nada. Sus discípulos se acercaron y le pidieron: "Señor, atiéndela, porque nos persigue con sus gritos".
Jesús respondió:
"Yo he sido enviado solamente a las ovejas perdidas del pueblo de Israel".
Pero la mujer fue a postrarse ante él y le dijo: "¡Señor, socórreme!".
Jesús le dijo:
"No está bien tomar el pan de los hijos, para tirárselo a los cachorros".
Ella respondió:
"¡Y sin embargo, Señor, los cachorros comen las migas que caen de la mesa de sus dueños!".
Entonces Jesús le dijo:
"Mujer, ¡qué grande es tu fe! ¡Que se cumpla tu deseo!". Y en ese momento su hija quedó curada.
PALABRA DEL SEÑOR.
GLORIA A TI SEñOR JESUS!
MEDITACION
"Mi hija está atormentada por un demonio"
Esta Cananea pagana no necesita para ella más curación, ya que
confiesa a Cristo como el Señor e Hijo de David, pero ella pide ayuda para
su hija, es decir para la muchedumbre pagana, prisionera por la dominación
de espíritus impuros.
El Señor se calla, guardando por su silencio el
privilegio de la salvación a Israel... Llevando en él el misterio de la
voluntad del Padre, responde que ha sido enviado a las ovejas perdidas de Israel, para que quedara claro, que la hija de la Cananea es el símbolo de la Iglesia... No se trata de que la salvación no sea dada también a los paganos, sino que el Señor había venido "para los suyos y en su casa" (Jn
1,11), y guarda las primicias de la fe para este pueblo del que había
salido, después el resto deberá ser salvado por la predicación de los
apóstoles... Y para que comprendamos que el silencio del Señor
proviene de la consideración del tiempo y no de un obstáculo puesto por él,
añade: "¡Mujer, qué grande es tu fe!" Quería decir que esta mujer,
conocedora de su salvación, tenía fe - o lo que es mejor todavía - en la
alianza de los paganos, ya cercana, por su fe, serán liberados como la niña de toda forma de dominación de los espíritus impuros.
.
Y la confirmación de esto llega: en efecto, después de la representación del pueblo pagano en la hija de la Cananea, hombres aquejados de diversas enfermedades son presentados al Señor por la muchedumbre, sobre la montaña (Mt 15,30).
Son hombres descreídos, es decir enfermos, que son traídos por creyentes a la adoración y prosternación y a quienes se les devuelve la salvación con vistas a acoger, estudiar, y seguir a Dios.
POR LA LECTURA DEL SANTO EVANGELIO, SEAN PERDONADOS NUESTROS PECADOS.
¡AMÉN!