Pensamiento opuesto: si un pensamiento negativo llega a tu mente, es
necesario que lo desafíes y reviertas pensando lo contrario. Este
ejercicio mental te ayudará a no angustiarte.
Haz de los ejercicios de control mental un hábito: de nada sirve si lo
realizas de vez en cuando, o cuando te acuerdas. La constancia y
perseverancia es imprescindible, para que los pensamientos positivos
sean los que predominen en tu mente. Realiza los ejercicios entre 3 a
4 veces en la semana, ¡no lo olvides!
Busca la o las causas de tus pensamientos negativos. En ocasiones,
estos están relacionados con sucesos de la vida o creencias que han
convivido contigo desde hace mucho tiempo. Si te tomas el trabajo de
analizar esta situación, lograrás no sólo cambiar el pensamiento
negativo, sino también la emoción que este genera.
No generalices, ni todo es tan malo, ni todo es tan bueno. Siempre hay matices para analizar.
No minimices tus logros. No esperes a que los demás te feliciten,
hazlo tú mismo. Esto te ayudará a desterrar los pensamientos negativos y fortalecer los positivos.
Tomate diariamente 15 minutos de tu día para relajarte y conectarte
contigo mismo y controlar tu mente. Esto te ayudará a conectarte con
tu ser interior para ver cuáles son sus necesidades y cómo puedes
ayudarte.
Como seres pensantes que somos, el pensamiento rige nuestras emociones y nuestra vida. Por ello, el control mental es necesario para que estos no empañen lo lindo y bueno que tienes a tu alrededor. Cambia tus pensamientos negativos por positivos, y verás que tu calidad de vida será mucho mejor.