No reacciones mantén el control.
No reacciones. Mantén el control.
No
es bueno que cualquiera te controle. Conserva tus impulsos junto a la
prudencia. Aunque así lo parezca, nadie tiene el poder para ofenderte.
El problema no está en lo que te acontece. Está en lo que piensas acerca
de lo que te acontece.
No reacciones. Mantén el control.
Un
grito, un desplante o una ofensa, surgen de la debilidad del agresor.
Mira su angustia, su soledad, su miedo, su vacío. Mira su tristeza, su
dolor, su frustración y su envidia. Entonces podrás hacerte inmune a sus
agravios.
No reacciones. Mantén el control.
Usa
tu inteligencia y conviértete en la niebla. La niebla no sufre, pues se
deja atravesar y no responde. Recuerda que cada quién es esclavo de su
inconsciencia. De sus niveles de ignorancia o de sabiduría. Cada quién
decide el tamaño de su cárcel. Y el instrumento de medida está en su
mente.
No reacciones. Mantén el control.
Quien
parece presionarte y agredirte, sólo te toma como excusa para
equilibrar su miedo. El trueno estalla únicamente para expresarse. Y
aunque muchos se asustan, él no desea aterrorizarles. Maneja tus
emociones. No las reprimas, aprende a dirigirlas.
No reacciones. Man
tén el control.
No
cedas fácilmente a las provocaciones. Quien te presiona no desea
dañarte, sino sentirse mejor. Aprende a comprender las motivaciones de
las personas. Aprende a dirigir tus emociones.
El mensaje de los sabios, de Renny Yagosesky