La depresión es un estado de ánimo que afecta los pensamientos, las emociones, la salud y la conducta de quienes la padecen, es una de las enfermedades más comunes a las que se puede enfrentar cualquier persona.
Todos estamos expuestos a una serie de acontecimientos que pueden provocar síntomas depresivos, como la perdida de un ser querido, un divorcio, problemas laborales o económicos, etc. Estos hechos provocan la pérdida del control sobre una situación vital y las emociones, y esto lleva a la pérdida de toda visión positiva del presente y sobre todo del futuro (desesperación). En general, todos experimentamos en algún momento de nuestra vida síntomas depresivos, tales como una tristeza generalizada, desesperanza, pesimismo, sentimientos de culpa y baja autoestima. Es importante considerar que la depresión puede afectar a cualquier persona sin importar su actividad o nivel socioeconómico y es factible también, que la depresión se presente incluso en algún momento en que todo marche bien.
La depresión hace que nuestra visión del mundo se estreche hasta tal punto que llegamos a distorsionar la realidad. Nos fijamos únicamente en los aspectos negativos de la vida, y los positivos los pasamos de largo como si no tuvieran importancia o, sencillamente, no existieran.
Rechazamos todas las opciones que se nos ofrecen para resolver nuestros problemas y se apodera de nosotros una tristeza persistente y angustiosa que, como la perdida repentina de un ser querido, nos produce un dolor que dura semanas, meses e incluso años. Es como si estuviéramos atrapados en una oscura túnel sin salida, que empieza en un dolor constante y nos lleva hasta el límite. Empezamos a creer que nada nos puede aliviar y que nuestro dolor no va a acabarse nunca. Y muchas veces algunos en algún momento, pensamos que quizás la única solución sea la muerte.
Sin embargo... el suicidio no soluciona nada, lo único que hace es adelantar el final sin haber encontrado la solución. No se puede decir que el suicidio sea una opción, ya que "opción" quiere decir "posibilidad de optar o elegir", y el suicido nos arrebata para siempre lo uno y lo otro.