En mi jardín hay rosas
Yo no te quiero dar
Las rosas que mañana,
Mañana no tendrás.
En mi jardín hay pájaros
Con cantos de cristal:
No te los doy, que tienen
Alas para volar.
En mi jardín abejas
Labran fino panal
¡Dulzura de un minuto
No te la quiero dar!
Para ti lo infinito
O nada; lo inmortal
O esta muda tristeza
Que no comprenderás.
La tristeza sin nombre
De no tener qué dar
O quien lleva en la frente
Algo de eternidad.
Deja, deja el jardín
No toques el rosal:
Las cosas que se mueren
No se deben tocar.
Dulce María Loynaz