TE PIDO EN ESTE DIA, SEÑOR
Querido Dios:
Al abrir los ojos en este día y ver la luz que tímidamente aún atraviesa
la ventana, siento que estás junto a mí y que me amas.
Gracias
por esta vida que hoy me regalas, por este milagro palpitante dentro
mío que me hace sentir viva, capaz de hacer y de sentir, llena de
posibilidades, de sueños, de ganas.
Gracias
por la salud que derramas sobre mi cuerpo y mi mente, por la infinita
paz que gobierna mi corazón y eleva mi espíritu. Mi voz agradecida se
alza hasta Tu trono y mi alabanza llega a Ti como perfume. Gracias,
infinitamente gracias, por todas las cosas.
Quiero
pedirte ahora por mis familiares, por los que te conocen y te aman y
por los que todavía no han abierto su corazón a Ti. Bendícelos, Señor,
porque son mi casa y Tu Palabra me enseña que al creer yo, yo y mi casa
seremos salvos. Los dejo en Tus manos con la seguridad de que Tu Santo Espíritu está obrando en cada uno de ellos según Tu perfecta sabiduría.
Quiero
pedirte también por mis compañeros de trabajo, a quienes Tú conoces y
amas. Bendícelos y tócalos pues, seguramente, cada uno tiene necesidad
de Ti. Te pido que bendigas a mis vecinos, mi barrio, esa gente con la
cual me saludo diariamente. Que puedan llegar a conocerte.
Pongo delante de Ti a nuestras autoridades, derrama sobre ellos Tu luz y Tu sabiduría. Te
ruego por cada una de esas personas, ya sean autoridades nacionales
como provinciales y municipales. Dios, ellos te necesitan para llevar
adelante la gran tarea que deben cumplir. Muévete en su corazón para que
busquen en Ti el poder, la fortaleza, la guía que necesitan.
Señor,
gracias porque sé que esta plegaria ha llegado a Tus oídos. Gracias
porque puedo estar segura de que mi voz no se pierde en el espacio, sino
que en el precioso Nombre de Jesús te alcanza. Alabado seas, oh Dios.
Amén.
NANA