Un hombre maduro contrató una secretaria. Era una mujer joven, ingeniosa, gentil y sobre todo hermosa. Un día, mientras tomaba un dictado, notó que su jefe tenía la bragueta abierta. Terminó el dictado y se dispuso a salir de la oficina, pero antes de cerrar la puerta,dijo: 'Señor, la puerta de su cuartel está abierta.' El hombre no entendió el comentario; y al poco rato se dio cuenta de que el cierre de sus pantalones estaba abajo. Al hombre le hizo gracia la manera en que su secretaria se había referido este incidente y decidió aprovechar la oportunidad para coquetear un poco, llamándola a su oficina: 'Dígame, señorita, cuando vio que la puerta de mi cuartel estaba abierta, por casualidad no vio también a un gran soldado en posición de firme?' Oh, no, señor! Lo único que vi fue un veterano de guerra sin vida, echado entre dos viejas mochilas de campaña
JAJAJAJAJAJ.. CUANDO QUIEREN PASARSE DE VIVOS!!!!!!
|