Es bueno pisar fronteras, vivir en los límites, también atravesarlos; nos hace tomar la vida como una aventura. Con serenidad. Mirando a todos los sitios, y mirando despacio. Así podremos tener muchas miradas. Y la luz llegará a nosotros, sintiéndonos más libres y expresando mejor nuestros pensamientos.
Por eso, mañana seré distinto que hoy, con una mirada diferente que me facilita hacer del mundo otro mundo y de la persona, otra persona