En un barrio había un edificio de 10 pisos, uno por familia.
En una reunión de propietarios deciden por 9 votos a favor y 1 en contra, que los habitantes del piso 10º gozan de mejores vistas y, para compensar la "discriminación visual" que sufrían las 9 familias que vivían en os 9 primeros pisos, el ascensor sólo subiría hasta el piso 9º. Del 9º al 10º se tendría que subir andando.
En otra reunión, y a causa de las subvenciones recibidas de parte del Ayuntamiento, los propietarios de los pisos, también por 9 contra 1, decidieron que los niños de los pisos del 1 al 9 recibirían ayudas escolares; no así los niños del 10º piso.
En la siguiente reunión, y también por 9 contra 1, se acordó que la familia del piso 10º pagaría un suplemento, justamente por la posición privilegiada que tenían popr el hecho de vivir en el piso más alto y gozar, por tanto, de mejores vistas.
Un día, el matrimonio y los hijos del 10º piso, cansados de tantas discriminaciones, decidieron no aguantar más. Por ello, avisaron a los demás vecinos de que se iban a otro bloque de pisos para no tener que sufrir más humillaciones.
Los propietarios de los 9 primeros pisos hicieron otra reunión (a la cual no asistió la familia del 10º) en la que se prohibió a los habitantes del piso 10º abandonar la finca.
A pesar de todo, los habitantes del piso 10º decidieron abandonar la casa.
Las familias de los pisos del 1 al 9 amenazaron a la familia del 10º argumentando que, si se iban no encontrarían ningún otro piso en la ciudad y que los niños no tendrían plaza en la escuela ya que ellos tenían influencias en el Consejo Escolar del barrio donde iría a vivir la familia del piso 10º.
El día que la familia del pis 10º abandonó la finca, "casualmente" el ascensor estaba averiado. El matrimonio y los hijos tuvieron que cargar con todas sus pertenencias (muebles, libros, ropa,...) y bajarlos andando hasta el camión que les llevaría a su nueva residencia.
Los habitantes de os 9 primeros pisos no se ofrecieron en ningún momento a ayudarles. Eso sí, les despidieron con insultos y menosprecios.
La familia del 10º piso, pacientemente, fue bajando por la escalera sus enseres hasta subirlos al camión que les llevó a su nuevo piso, donde fueron muy bien recibidos.
A pesar de las amenazas de sus antiguos vecinos, los niños tuvieron plaza en la nueva escuela.
El matrimonio, una vez instalados en la nueva vivienda, recordaron aquella frase de Martin Luther King: " Si no nos doblegamos, no se nos subirán a la espalda".
Simplificado de la red