A veces dudo si hallará sus flores tanto secreto humor aprisionado: linfa que quiere pétalos, no puede entre cortezas conformarse muda.
Bajo el azul derramará verdores tan obstinada aspiración de cielo y, a cada canto de ave, en la espesura responderá una estrella con su brillo.
Aves, lunas, manzanas y luceros llenarán de sonrisas los cristales de las cintas del agua que, en el prado, murmuran y equivocan sus caminos.
La sierpe abrazará de nuevo el tronco, hombre y mujer se sentirán desnudos, ángeles guardarán con sus espadas los dinteles de luz y, otra vez fuera, amargo llanto para los mortales.
D/A
04/04/2014
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