Se ganaba la vida moviendo la cola. Todos los días deambulaba por las calles de Valparaíso,
buscando comida y cariño de los marineros o visitantes del famoso puerto chileno.
Hasta que un día tuvo un golpe de suerte. En un mirador y sacándose una foto con la bahía de fondo
estaba Kaylan O'Connor. No lo pensó dos veces. Se acercó y se sentó a los pies de la turista estadounidense
, quien se enamoró perdidamente de él.
Fue un flechazo a primera vista y pasaron juntos las ocho horas que ella y su familia
estuvieron en el puerto chileno,como parada final de su viaje en crucero.
O'Connor estaba casada, pero a su marido no le importó.
"Saltó a nuestros brazos como diciendo 'hola'.
Era tan dulce y nos siguió todo el resto del viaje jugando con nosotros.
Sabíamos que necesitaba un hogar y nos encantan los perros",
le cuenta O'Connor a BBC Mundo desde Seattle.
Así comenzó la historia de amor de Kaylan y Chili Dog,
el perro callejero color chocolate que la sedujo y en el cual
se gastó casi US$2.000 para poder darle un hogar en otro lado del continente.
"Dinero bien gastado", según la propia Kaylan le cuenta a BBC Mundo.