Salude a sus amigos con una sonrisa y ponga el alma en cada apretón de manos. No tema ser mal comprendido y no pierda ni un minuto en pensar en sus enemigos. Observe una actitud mental adecuada: la actitud del valor, la franqueza y sinceridad. Pensar bien es crear. La sonrisa es parte de nosotros desde el mismo instante que llegamos al mundo. No se aprende, es una condición natural del ser humano que revela nuestra aptitud y predisposición innata hacia la felicidad.